PEPE CRUZ CHARLÓ EN
EXCLUSIVA CON ESTO
“No he pasado una
noche sin dormir”
POR DANIEL CHANONA
VELÁZQUEZ
AFABLE como de
costumbre, José Guadalupe Cruz, hasta ahora estratega de los Jaguares de
Chiapas, accedió cabalmente a sostener una conversación exclusiva con el
“Diario de los Deportistas” una vez finalizado para su equipo el Clausura 2013.
En un momento donde
predomina el morbo deportivo por saber si continúa o no al frente de la
plantilla luego de tres años liderando el vestidor, el “Profe” tuvo a bien
compartir con nuestros lectores sus más profundos recuerdos, sus principales
dolencias, la realidad más tangible, sus reflexiones finales y voluntades
eternas. Con ESTO, dejó entre ver su futuro inmediato y, entre líneas, pareció
reconocer el final de un ciclo.
BALANCE
“Es tiempo de
reflexión, de análisis, como cada vez que termina un torneo en el que el
objetivo más importante es la Liguilla y no la alcanzamos. Hay que replantearse
las cosas y hacer un análisis a fondo pero mesurado, en frío, porque hay cosas
positivas a pesar de que no hayamos calificado”, cita de arranque.
Inmediatamente, liga
oraciones de retribución absoluta, como quien se brinda ante su público una vez
finalizado el espectáculo: “No hago más que reconocer públicamente el
agradecimiento, la fortuna que tengo de dirigir a este grupo de profesionales,
de pertenecer a esta institución en donde la directiva realmente me ha tratado
sensacional, la gente también se ha portado muy bien conmigo”.
Y recuerda: “El
principal objetivo por el que me trajeron, que fue la permanencia en la Primera
División, lo hemos cumplido. Nos falta otro pasito, algo más importante para
contender por un título”.
Sin embargo, ya
tendrá tiempo para ello: “Vamos a tomarnos un descanso y después analizaremos
cuál es el futuro. Sin duda, deseando lo mejor para Jaguares”, se desmarca por
un instante.
ETERNA
TOLERANCIA
Durante seis
torneos, Pepe Cruz ha sido punto de crítica e incertidumbre. Colegas suyos han
partido a la postre del fracaso. En cambio, la administración felina le retuvo
bajo la tutela de Guillermo Cantú, y desde entonces los hombres de pantalón
largo han solido denotarle una ecuanimidad envidiable: “Yo pienso que los
abocados a responder el porqué de la paciencia que la directiva me tuvo son
ellos. Si me voy solamente al objetivo por el que me trajeron, está cumplido
cabalmente”, indica.
Después, conduce su
comentario al análisis: “Para el siguiente torneo vamos a estar (reflexiona
brevemente)… bueno, Jaguares va a estar como décimo en la tabla porcentual. Cuando
nosotros llegamos acá éramos los últimos. Ese paso ya está solventado”,
insiste.
“Y yo no quiero ser
conformista; alguna vez un técnico dijo: ‘misión cumplida’… la realidad es que
queremos ganar más cosas, no nos es suficiente nada más con ese objetivo que
quizá para otros pudiera ser el estandarte. Evidentemente para logarlas es
necesario hacerle algunos ajustes a la plantilla, eso lo hemos platicado sin ir
muy afondo. Esté yo o quien esté al frente del equipo necesita algunos
refuerzos”, advierte.
NOSTALGIA
Luego de deambular
en la adversidad reciente, lamenta nostálgico la pérdida de su entrañable y,
hasta cierto punto, afamada columna vertebral: “La realidad es que se han ido
jugadores muy importantes por las necesidades de la institución, de las
finanzas del club. Porque cuando llegamos no eran números positivos, ahora son
números buenos”, revela. “La realidad es que con todo y que se hayan ido los
jugadores más importantes como: Danilinho, Jackson Martínez, el “Burrito”
Hernández, Razo, el “Recodo”… bueno, un montón, el equipo se ha mantenido”,
presume el esfuerzo.
“Resumiéndote, en estos
tres años hemos tenido cuatro Liguillas: tres en la Liga y una en Copa
Libertadores, todas ellas hasta Cuartos de final. Y si me voy al último año,
que ha sido el más difícil por no aparecer en la Liguilla, pues sí debo
resaltar la aparición de jóvenes muy interesantes”, comparte.
Y evidencia: “La
plantilla ha bajado también su nómina, lo que no nos impide ser más
competitivos. Hemos tenido una cuesta muy pronunciada que no hemos podido
subir, pero estoy seguro que para el siguiente torneo este equipo va a estar de
vuelta y va a estar contendiendo por los primeros lugares”.
CONFESIÓN
Destapa los
instantes grises por lo que ha tenido que transitar a lo largo de este trienio en
el banquillo felino: “He tenido varios momentos en los que me he sentido
preocupado, angustiado. Los inicios de los seis torneos, por ejemplo. ¿A qué se
debe? Es una buena pregunta. Eso no es cuestión de gusto, son circunstancias.
Es algo digno de peguntarnos y de tomarlo en consideración. Es atípico. No sé
si se nos hizo una cuestión psicológica, y no pasa sólo por el técnico, todos
quisiéramos desde el principio ser ganadores y enseguida estar calificados. ¿Quién
no quiere? No sólo Jaguares, los 18 equipos que estamos en la Primera División
queremos todo eso, pero no sé por qué razón, ni sé si sea casualidad,
coincidencia, una cuestión mental… no te lo sabría explicar”. Recompone: “Nos
ha sucedido, y eso no es conformismo; no quiere decir que yo esté conforme:
‘¡Ah, tranquilos que yo a medio torneo es cuando empiezo a jugar y a
reaccionar!’… ¡Mentira! No nos ha alcanzado”, manifiesta.
Las críticas, su
vitamina: “Yo creo que son de esas circunstancias que lejos de afectarme de tal
manera que diga: ‘tiro la toalla’ o ‘me siento incapaz’ o ‘no es posible’, me
han fortalecido. Nunca he estado a punto de decir eso. Ni ahora con Jaguares ni
antes con Atlante. En mi trayectoria he tenido buenos y malos momentos, pero
aún en aquellos difíciles no he pensado en alguna sola ocasión en renunciar, y
mira que en alguna ocasión tuve que salir de Atlante casi a la mitad de un
torneo… es una experiencia difícil, pero es algo que sabemos que puede suceder.
En estos torneos cortos, necesitados de buenos resultados inmediatos, es muy
factible que suceda; pero aún en esos momentos no he pasado una noche sin
dormir”, se sincera.
Confirma tensiones
constantes y resoluciones pacíficas inmediatas: “Siempre hay encerronas cuando
hay malos resultados, esa es una realidad. En tres años hemos tenido muchas,
pero esas encerronas no son como para señalar a alguien o para buscar
culpables, sino para buscar soluciones. Ese es el enfoque que nosotros hemos
hecho. Creo que esa es la gran diferencia”, señala.
TIEMPO
AL TIEMPO
No oculta el
contexto felino, lo expone sin complejos: “Es un equipo que tiene vergüenza,
que tiene profesionalismo… que no tenemos reflectores, que no somos candidatos,
que tenemos una nómina muy por debajo de otros, que tenemos un plantel muy
reducido o discreto en relación a otros, esa es una realidad; pero eso no nos
impide ni nos imposibilita el tener aspiraciones o ilusiones de contender por
un título”, se ilusiona.
Y aclara en compañía
de la introspección : “Lo que se pretende con esta institución es que éste
Jaguares de vuelta y que de una vez por todas dé ese golpe de autoridad; que
diga: ‘está bien, no tengo ningún título pero puedo aspirar a eso’. Y nos lo
demostró Tijuana que no es imposible. Si no hay recursos, bueno, está bien;
pero si se trabaja y se tiene una base sólida, aunque el camino es más sinuoso,
como lo ha sido con nosotros, es posible conseguir el campeonato”.
Destapa con mayor
claridad: “Conmigo o sin mi el equipo necesita reforzarse, es un secreto a
voces. Es del dominio público. La afición lo reclama y tanto la directiva como
yo estamos conscientes de esta situación”.
Cede sin temores a
lo venidero: “No he ido tan afondo en ese ensayo de buscar refuerzos porque mi
contrato venció en el partido contra Pachucha; necesito reunirme con la
directiva, aunque sí he visto y analizado algunas posiciones que hay que
reforzar, entonces será cuestión de paciencia, de unos días más. Primero
necesitamos, si es que la relación laboral continúa, confirmarla, hacerla
oficial. Y si no es así, no soy yo el indicado para eso. Imagínate que yo no
siga en la institución y les diga: ‘tienen que reforzar aquí, aquí y aquí’….
¿con qué autoridad? ¿con qué derecho? No tendría, si fuera ese el escenario,
ninguna autoridad moral ni ética como para decirles eso”.
Pactada está la cita
para disipar dudas: “Ya hay fecha para reunirnos. Yo voy a tomar unos ocho o
diez días en los que voy a estar con la familia. Entonces nos reuniremos
después de esa fecha”, responde.
VALORIZADO
Las voces de la
calle ya le son cotidianas: “La realidad es que la rumorología que hay
alrededor de mí no me causa problema. Es algo con lo que estoy acostumbrado a
vivir. No es exclusivo de mi, es de cualquier entrenador”, se justifica. “Eso
pasa en el mundo. Por ejemplo, se habló hace algunos días de que Vucetich
podría salir de Monterrey y ¡acaba de ganar la Concacaf! O sea, si eso sucede
con los que han ganado cosas… ¿por qué no sucedería conmigo con mayor razón?”,
deduce. “Pero eso no quiere decir que sea un hecho mi salida”, retoma con
premura el camino.
Y remata con certeza
el comentario: “No me afectan los rumores. Está bien que los demás tengan
planes para con uno, pero los verdaderos planes y los importantes son los que
yo tengo para mí mismo”, despabila.
-Entonces, ¿ha
recibido alguna llamada o propuesta de algún otro club?-, se le cuestiona.
Sonríe tímidamente: “Sí
claro que sí. Así nomás la dejamos”, se cotiza.