A la lona
MADRID, España.- Todo el
crédito del mundo para el Atleti, que desatendido del complejo y apegado a la
costumbre en la disputa colectiva, plantó de nuevo cara. La noche fue de “El
Niño”, que travieso desdibujó al portentoso Real Madrid, que por primera vez,
con Ancelotti al mando, cayó estrepitosamente en una eliminatoria copera. 2-4
el resultado global que mandó a la lona al gigante de la Castellana en los
octavos de final de la Copa del Rey.
Los rojiblancos no se
anduvieron con parafernalias el día que la grada del Santiago Bernabéu decidió
rendirse a sus virtuosos en aras de la utópica proeza. Bastó un minuto para
silenciar al madridismo, aunque luego despertase adolorido, evocando que fuese
todo un sueño. Indigesto, descubrió que no, que Torres era el principal actor
de su molesta pesadilla. Griezmann tomó vuelo por la diestra y centró sin tanta
gracia ante el despiste del Real en la defensa. De inocente sólo el mote,
porque el fuenlabreño resolvió con entereza. El gol enseguida se cantó, pero
muy lejos de Chamartín.
De “nada” no fallecen los
caídos, sino lo hacen en batallas donde orgullo y convicción se tornan útiles
por exceso en medio del vaivén emocional que supone una partida. Y así se forja
el Real Madrid, que insistente acalambró la cabaña contraria con intentos
regulares por conducto de Cristiano, Isco, Bale y compañía. Pero el Atleti se
atrincheró como los grandes. Godín, Siqueira, Juanfran y Miranda entorpecieron
su pegada. Oblak pendió del hilo más delgado de la adrenalina, a sabiendas de
tener delante una rocosa y trabajada línea.
El recetario de Carletto,
para las dolencias del Madrid, incluyó un remedio con patente “colchonera”: el
remate con la testa. Sergio Ramos, al minuto 20, logró que surtiera efecto, a
la postre de cobrarse una infracción, como tantas las hubo en el partido, sobre
el carril derecho. A segundo poste Toni Kroos colgó la esférica para contribuir
con la recuperada confianza. Fueron perseverantes los blancos aunque sortear
con decoro la disciplina táctica impuesta por Simeone será, durante mucho
tiempo, una asignatura pendiente de cursar.
La primera parte se diluyó
pronto, la intensidad del roce la hizo parecer efímera. Le llovió al Real
Madrid, hermanadas la metáfora y literalidad. Una sola vez tocaron la puerta
con recelo los vástagos de Neptuno, y acertaron como si fuera costumbre.
Y a sus detractores, los del
“Cholo”, libraron de la duda apenas reanudado el festejo. Ramos obsequió el
balón a Griezmann en un desalmado cambio de frente. El francés condujo la
contra, jaló marca y cedió a Fernando Torres, quien todavía encaró y recortó a
un dubitativo Pepe para resolver suave y por lo bajo al minuto 46. Ambos,
figuras de la estampa, después se marcharían al banquillo.
Pero si hay alguien
incansable en las contadas reivindicaciones del Madrid, ése es Cristiano
Ronaldo, quien batiría con la cabeza el arco del guardameta esloveno al minuto
53. No celebró el empate, porque el marcador no estaba para soportar cánticos
de guerra.
“Intensidad y cabeza fría”,
encomendó el estratega italiano a los suyos. Entonces, en la teoría todo lo
tuvo el Real Madrid, mas olvidó la clarividencia y de que anfitriones eran del
conjunto “que mejor defiende de Europa”. A los del Manzanares, les espera
Barcelona.
ALENEACIONES
Real Madrid: 13.- Navas;
15.- Carvajal, 3.- Pepe (2.- Varane 58’), 4.- Ramos, 12.- Marcelo; 8.- Kroos,
10.- James (20.- Jesé 71’), 23.- Isco; 7.- Cristiano, 9.- Benzema y 11.- Bale.
DT.- Ancelotti.
Atlético de Madrid: 13.-
Oblak; 2.- Godín, 3.- Siqueira, 20.- Juanfran, 23.- Miranda; 4.- Suárez, 5.-
Tiago, 6.- Koke, 8.- García (11.- Jiménez 81’); 7.- Griezmann (14.- Gabi 73’) y
19.- Torres (10.- Turan 57’). DT.- Simeone.
*Crónica publicada en el diario deportivo ESTO.
*Crónica publicada en el diario deportivo ESTO.
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