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Amante del periodismo y los deportes.

domingo, 22 de febrero de 2015

CRÓNICA | Barcelona 71-77 Real Madrid | Copa del Rey

MADRID, España.- Veintinueve años después, el Real Madrid izó la bandera del bicampeonato en la Copa del Rey. Misión cumplida. Su estreno en Las Palmas de Gran Canaria el pasado viernes refrendó su candidatura tras superar a un correoso Zaragoza en los cuartos de final. Embalado, el sábado atajó los ánimos del Joventut en la antesala de su reyerta definitiva número 43, donde, con Gustavo Ayón (10 puntos) en pista 25 minutos, superó al Barcelona en la decimosexta final copera entre los dos grandes del baloncesto español (71-77), la quinta en las seis últimas ediciones, la primera en el palmarés del pívot mexicano.

Los madridistas no conseguían hilvanar dos copas desde las ediciones 1985 y 1986, sin embargo, la era Pablo Laso, puesta en marcha en 2011, recondujo a lo grande su tormentosa relación con un trofeo que hasta la llegada del entrenador vitoriano estuvieron 19 años sin tocar. El quinteto blanco previó el aviso de sus intenciones, estableció en semifinales el récord de triples de la competición con 16 tantos. Cinco de ellos, precisos, sin fallo, que se adjudicó el especialista menorquín Sergio Llull, desaparecido en la contienda más exigente de la eliminatoria.

Fue un cotejo equitativo en la primera parte. Ambos pecaron de desatino cuando intentaron herirse por el exterior. No obstante, y a la postre de toparse en transiciones por dentro con una muralla clarividente, el Barcelona halló consuelo en los tres triples de Alejandro Abrines que condicionaron en el cuarto inaugural la postra del Madrid, sostenido por su capitán Rudy Fernández y Gustavo Ayón, ausente en el segundo periodo pero con un aporte individual de 4 puntos, convertidos en instantes de confusión, los que perduraron también en el desenlace, incompresiblemente, entre coberturas tardías y esporádicas contribuciones de la segunda línea, necesaria para refrescar una plantilla sin descanso. 

El Real Madrid pudo hacerse del parcial porque los catalanes perdieron el hilo de su ofensa dos minutos antes al entretiempo, concesionando el fulgurante desdoble del cuadro capitalino, su mejor recurso cuando se despista el enemigo, cuando siente que agua le sube al cuello. Sin el nayarita ni Felipe Reyes sobre la duela, el Madrid luce falto de carácter.

Mejor, y por mucho, los azulgranas en conjunto. El croata Ante Tomic fue tan importante para los dirigidos por Xavi Pascual como las apuestas individuales de Rudy Fernández (MVP), Andrés Nocioni y Sergio Rodríguez para los de Laso. Discurrió el tiempo en un constante estira y afloja, con espesor por la fatiga en común. Y justo ahí, en territorio viscoso, Gustavo Ayón se erigió como líder para devolverle la ilusión al cuadro madrileño con el incruste de tres canastas de costo doble. Agrandado y en forma. 

El Madrid se amoldó a las intentonas del Barça. Pudo librarlas con creces. Espabiló bajo presión, con sangre fría. Hurtó rebotes, intensificó sus descaros,  dominó el cuarto restante, aún acosado por el crono, sus segundos agonizantes y un rival tan incisivo como imperfecto cuando más se le exigió. La Copa buscó vitrina y la encontró por vigesimoquinta ocasión en la impoluta exhibición que se presumen en el museo de la concurrida Castellana.

ASÍ JUGARON

71. Barcelona (21+21+15+14): Dolleman, Hezonja, Satoranksy, Tomic, Oleson -cinco inicial-; Thomas, Marcelinho, Abrines, Navarro, Pleiss, Lampe y Nachbar. Entrenador: Pascual.

77. Real Madrid (18+23+23+13): Llull, Carroll, Rudy Fernández, Ayón, Reyes -cinco inicial-; Maciulis, Nocioni, Bourousis, Campazzo, Carroll, Rivers, Sergio Rodríguez y Slaughter. Entrenador: Laso.

*Crónica publicada en el diario deportivo ESTO.


sábado, 14 de febrero de 2015

CRÓNICA | Real Madrid 2-0 Deportivo | J23

Vence pero no convence

MADRID, España.- Ni muy muy ni tan tan, mas pudo reivindicarse el Real Madrid delante de los suyos. Isco Alarcón y Karim Benzema, ovacionados escandalosamente por la grada, curaron de espanto al madridismo después de vencer 2-0 al Deportivo de La Coruña en la Jornada 23 de liga.

Había tocado fondo. Estaba demás que el Madrid ni siquiera se plantase voluntarioso en un partido dos estrellas, contra un adversario en pugna constante por la permanencia en el máximo circuito. Peor que ante el Atleti no podía mostrarse frente a su público, que silbó a su entrenador, incomprensiblemente, en el pase de lista; más que a nadie. El italiano Carlo Ancelotti se quedó sin apellido tras pronunciar el sonido local su nombre.

Mejoró el Real Madrid, sin embargo, no para sumarse al carnaval, que recién comienza en la capital de España. Fue un equipo convulso, que se fio de sus genialidades. Jugar bonito se le complicó. Decidió centrar sin hacerse de un destinatario, hasta que halló esperanza en los botines de Cristiano Ronaldo y Gareth Bale, quienes reventaron el larguero con disparos cada uno de mediana distancia. Reaccionaba el equipo luego de concesionarle al Dépor par de zapatazos que el portero Iker Casillas despejó a tiro de esquina.

Una danza melancólica con atisbos de espabilo convirtió a Isco en director de orquesta. En un contraataque, intuyó que nada ganaría desbocándose como el resto. Entonces procuró su zona y aguardó el refute de la defensa al minuto 22. Lo controló sin demasiadas prisas. Alzó la vista y definió a segundo poste, con una comba que cimbró al guardameta blanquiazul en primera fila, lujoso espectador de la única pincelada que rememoró al Madrid del otoño pasado.

Como una piedra diminuta en el orgullo, así de incómoda, resultaron los gallegos. Con más noción que tino y futuro satisfechos, pero valientes, lo que requieren los menos laureados para amortiguar hundidas cuando visitan el estadio Santiago Bernabéu… y que CR7 pierda la brújula de cara a puerta. El gol parece haberle solicitado el divorcio al delantero portugués.

Y debutó Lucas Silva, cual talismán, porque apenas ingresado vio cómo Karim Benzema disipaba claroscuros en ataque. El francés festejó al minuto 73 su anotación número 11 de la temporada. Resolvió sin exuberancias tras el achique. Guste más o menos, el “9” galo marca diferencia en época de nubarrones blancos, que todavía hacen guardia en Valdebebas, a la espera de un verdadero golpe de autoridad.

ALENACIONES

Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Varane, Marcelo; Isco (Carvajal 80’), Kroos, Illarramendi (Silva 70’); Bale, Benzema (Jesé 86’)y Cristiano. DT.- Ancelotti.


Deportivo de La Coruña: Fabricio; Pablo, Luisinho, Laure, Lopo; Bergantiños, Borges (Domínguez 84’); Cuenca, Cavaleiro, Rieira (Costa 64’); Pérez (Medunjani 79’). DT.- Fernández. 

*Crónica publicada en el diario deportivo ESTO.

lunes, 9 de febrero de 2015

CRÓNICA | Atlético de Madrid 4-0 Real Madrid | J22

Batacazo en el Calderón

MADRID, España.- Hecatombe en el estadio Vicente Calderón. El Real Madrid ha frenado su crecimiento futbolístico. Por sexta ocasión consecutiva, su rival de antaño se empeñó en dejarlo claro. El Atlético fue muy superior. Jugó al pie de letra, puso de manifiesto su calidad en el vaivén de la pelota. Al Madrid le faltó aliento, convicción e intensidad comprensiva. Al Atleti le sobró todo. Diego Pablo Simeone apretó la Liga. Tiago Mendes, Saúl Ñíguez, Antoine Griezmann y Mario Mandzukic fueron cómplices del desahucio madridista. 4-0. Jaqueca en Valdebebas. Tremendo varapalo.

En corto y en largo, el Atlético de Madrid exhibió un futbol de bandera. Con una sobredosis de serenidad, los de Ancelotti degustaron el paseo. Al Real Madrid se le percibe mecánico, contagiado de monotonía. Toni Kroos ya se funde entre sus ropas, entre el agotamiento y la impotencia. Una bola no acertó, ni él ni nadie. Frente al espasmo, vaya tromba rojiblanca empecinada en proponer las nuevas normas de convivencia entre vecinos. Las reglas, de momento, son inobjetables.   

Mandzukic pasó de todos y con la vista muy en alto asistió para el primero del racimo. Tiago retrató el empeño, cumplido el minuto 14. El Madrid lo recibió demasiado pronto. El Atleti lo cosechó demasiado tarde. Para colmo, Iker Casillas fue la mofa de la grada tras escapársele el remate sin explicación lógica. Sin lógica también actuó Cristiano Ronaldo, y Gareth Bale si al portugués le sirve ahora de consuelo. Su única advertencia vio luz pasado el minuto 30. A usanza del Madrid, significó eternidad.

Antes, Siqueria dejaría plantado al delantero galés para remar por el costado izquierdo y ceder la iniciativa al joven Ñíguez, quien de sus botines trazó una chilena al minuto 19 para el acabose merengue. Incentivo al esfuerzo, porque pronto se adaptó a las nobles circunstancia del partido, luego de sustituir a Koke por lesión.

Isco Alarcón y Sami Khedira naufragaron. El Atlético se adueño del archipiélago central, ganándole con soltura las espaldas al irreconocible Real Madrid, asfixiado por tantos y tantos balones colgados que Mario Mandzukic resolvía con soltura. Así tras el complemento, que dejó contiguas amonestaciones al local por protestar al árbitro.

Entonces, el “Cholo” abogó por la cordura y la frialdad, nunca mejor dicho a tres grados centígrados y una sensación térmica de cero. La mensaje rindió frutos. El Atleti volvió a lo suyo, con Arda Turan al mando. Griezmann firmó el tercero al 67’, ante un Raphael Varane en sincronía con su plantel. Mandzukic, bien entendido con Fernando Torres, cerró el changarro al 89’ con un remate de cabeza. Celebración más que justa por su entrega, la de todos. Enseguida, el Atlético de Madrid emprendió camino a los vestuarios, a refugiarse del invierno. El primero en hacerlo, Miguel Ángel Moyá, que apenas exigido peligró una hipotermia.

ALENACIONES

Atlético de Madrid: Moyá; Juanfran, Miranda, Godín, Siqueira; Turan, Gabi, Tiago, Koke (Saúl 10’) (García 71’); Griezmann y Mandzukic (Torres 77’). DT.- Simeone.

Real Madrid: Casillas; Coentrao, Varane, Nacho, Carvajal; Khedira (Jesé 46’), Isco (Illarramendi 68’), Kroos; Benzema (Hernández 73’), Bale y Cristiano. DT.- Ancelotti.

*Crónica publicada en el diario deportivo ESTO.


lunes, 2 de febrero de 2015

SOBRE CARLOS VELA | Goles, lesiones y patadas

MADRID, España.- La experiencia de un plurivalente a la ofensiva consiente en hacer goles y recibir patadas. Carlos Vela patrocina demasiadas, quizá por su destreza, regates y descaro. Hasta la temporada anterior fue quien más infracciones forzó en la Primera división española, con un promedio de cuatro por partido, más que Diego Costa, Neymar o Rafinha. Apenas llegó a San Sebastián, cinco de las siete expulsiones que sufrieron los adversarios de la Real Sociedad fueron provocadas por el futbol desvergonzado del delantero mexicano.

Siete goles cuantifica en la presente temporada, y con ellos no podrá reencontrarse hasta bien entrado el mes de abril si todos los plazos de recuperación transcurren según lo pronosticado: ocho semanas de recobro, tras ser intervenido quirúrgicamente de una rotura del menisco interno de la rodilla derecha por el médico Mikel Sánchez la mañana del lunes en la ciudad de Vitoria, capital política del País Vasco, al norte de España.

El cancunénse permanecerá ingresado hasta este martes y, si presenta una buena evolución sin complicaciones, será dado de alta hospitalaria para iniciar su proceso de recuperación en las instalaciones deportivas del club blanquiazul, ubicadas en el barrio donostiarra de Zubieta. La Real Sociedad ha señalado que “el tiempo necesario hasta su vuelta a la competición es variable aunque, en la mayor parte de los casos, se consigue tras 8 semanas de rehabilitación”.

Por lo consiguiente, se perderá los partidos contra el Celta de Vigo, Almería, Sevilla, Valencia, Espanyol, Getafe, Córdoba, Málaga y Atlético de Madrid. Su reaparición podría producirse en la Jornada 31, que se disputará los días 11 y 12 de abril, cuando Anoeta reciba al Deportivo de La Coruña. Entonces, quedarían ocho semanas para el final de la Liga.

Su lesión se produjo el sábado en el estadio Santiago Bernabéu, en un giro, sin recibir un golpe de por medio. Solicitó al árbitro la presencia en el terreno de juego de las asistencias médicas. Fue atendido en la banda y decidió regresar a probar suerte, pero tuvo que retirarse al minuto 17.

Carlos Vela es acosado por dolencias. Durante la reciente pretemporada, le diagnosticaron fascitis plantar en el pie derecho. Pronto, los servicios médicos del equipo vasco hallaron un eficaz complemento al tratamiento del futbolista. Carlos fue sometido a un estudio biomecánico de la pisada, que dio como resultado la fabricación de plantillas personalizadas que aminoraron su malestar. En septiembre, abandonó un entrenamiento luego de resentirse, sin embargo, todo quedó en una buena medida precautoria. Por suerte, no pasó a mayores.

Fue descartado en diciembre para jugar frente al Levante el último compromiso del año 2014, a causa de dolores propiciados por una lesión muscular moderada en la cadera, por los que también se perdió la vuelta de los dieciseisavos de Final de la Copa del Rey.

Jugadores y cuerpo técnico de la Real Sociedad coinciden que es preocupante perder al jugador más desequilibrante del plantel en un instante agudo del torneo; con el equipo sin ton ni son y a cuatro puntos de los puestos de descenso.

*Artículo publicado en el diario deportivo ESTO.