Por: Daniel Chanona Velázquez.
¡Capitán! Todo a estribor.
NO debemos de confundir el posible retorno de los Torneos largos al futbol mexicano con idealizar una supuesta Liga a la inglesa. No. El pasado jueves Decio de María, secretario general de la Federación Mexicana de Futbol, declaró, entre cientos de frases tergiversadas, que la principal prioridad del balompié nacional es hacerse acreedor de una marca auspiciadora para adquirir cierta identidad y con ello incrementar el nivel de competencia de la misma, proyecto que será presentado en poco menos de dos meses y que estará a cargo de ocho clubes “íconos” del deporte nacional: América, Morelia, Chivas, Pachuca, Tigres, Monterrey, Atlas y Santos, quienes a la limón conformarán el Consejo de Desarrollo Deportivo, siendo el mismo Consejo de Dueños sólo que disfrazado de compromiso.
Entiendo, en parte, el porqué del protagonismo de aquellas instituciones en una situación como ésta, dentro de los ocho equipos se encuentran dos de los más grandes negocios que le dan vida a la multipropiedad: Morelia, de Ricardo Salinas, y América, de Emilio Azcárraga; Monterrey, Tigres y Santos se hallan en la lista puesto que su capital económico es de los mejores en el continente al ser respaldados por dos de las cerveceras más importantes de México; de Chivas, sobran los motivos por los cuales involucran al decadente equipo del pueblo, Jorge Vergara fue el primero en apuntarse; Pachuca ha sido un referente de la evolución en cuanto a infraestructura deportiva y sus relaciones con la FIFA, a cargo de su propietario Jesús Martínez, son mejores que las habidas con la propia Federación. Lo que no me cabe es la incursión del Atlas en proyectos venideros, Martín del Campo funge como presidente de Colomos aunque es bien sabido que debajo de él yacen poco más de 100 socios quienes apoquinan para cubrir las desgracias de los rojinegros, equipo que se ha visto mallugado en demasía y en algunas ocasiones ha servido como espécimen de laboratorio.
No cabe duda, 18 son los equipos militantes en la Primera División profesional, pero seguro estoy que los anteriormente nombrados son quienes manipulan los intereses de un pueblo urgido de buenos resultados y cansado de mezquindades.
Estoy convencido que nuestro país no cuenta con los bienes estructurales, materiales y deportivos como para arrojarse al balcón de los sueños y fantasear con una competencia al mero estilo del futbol inglés; sin embargo, aplaudo que 50 años después del dominio total de monopolio sobre el futbol mexicano se intenten tomar cartas en el asunto, y ojalá lleguen a reinstaurarse aquellas “Copa Azteca” o “Copa Oro” que tantas alegrías le trajeron a la afición mexicana.
Como si se tratase de una película de piratas: una vez el huracán a la vista, es pertinente un cambio urgente de ruta.
“El dolor es temporal, el orgullo es para siempre”.
PD: Se recolectan salvavidas para evitar el ahogo inoportuno del Jaguar. El bote está a nada de volver a naufragar. Capitán, es tiempo de ajustar su brújula con ruta al norte.
Twitter.com/Daniel_Chanona | vitrinadeportiva@hotmail.com
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