Por: Daniel Chanona Velázquez.
Va para saco roto.
SI los resultados no importasen en el futbol, Querétaro se hubiese abstenido de cesar a José Saturdino Cardozo. Si los resultados no importasen, seguramente quienes encabezan al balompié nacional no estuviesen preocupados por reformar la Liga. Si los resultados no importasen, quizá Baldor hubiese preferido evitar la fatiga numérica e imprimir tomos de “cómo desahogar a los ahogados” en vez de dedicarle su vida a las matemáticas. Si los resultados importasen poco, qué va si el hombre llega o no a la luna, qué va si la tecnología se estanca en la mediocridad o se suma al progreso, qué importa lo que diga nadie si el actual timonel de los Jaguares de Chiapas, José Guadalupe Cruz, declara a la postre de su sexta derrota en el actual Torneo –ahora contra el América- que su principal prioridad es encontrar la fórmula de las mil maravillas que motiven a su equipo a brindar un “espectáculo” antes que buscar el resultado.
Espero no haber malinterpretado sus palabras, o quizá nuestro idioma no nos permite una efectiva comunicación por emplear términos indebidos. Pero hoy he de comentar que si de esa filosofía tiende a tomarse del brazo el estratega felino, difícil vislumbro un cambio radical en la práctica futbolística del Jaguar.
Los “menospreciados” resultados se obtienen a base de contundencia, producto de una perfecta definición, evitando a toda costa las justificaciones respectivas, pero ¿de qué le sirve al mono pelar diez mil bananas si con esfuerzo puede comerse al menos cinco?
Como suele ocurrir, cada que el conjunto chiapaneco visita a cualquier rival, la Dirección de Comunicación nos hace llegar –a quienes solemos cubrir a Jaguares- el respectivo boletín de prensa en el que se incluyen crónicas de los hechos así como archivos adjuntos de audio con declaraciones “recién horneadas” de los protagonistas. Cierto, no estuve presente en el Azteca, sin embargo, me deja un amargo sabor de boca el escuchar la conferencia que Pepe Cruz brindó una vez culminado el juego: “en estos Torneos cortos pareciera ser que el resultado es la prioridad, para mí sigue siendo la prioridad el espectáculo y el futbol”, externó, entre otras cosas, el oriundo de Michoacán.
Es muy sencillo llegar a pensar que, a sólo ocho fechas de culminar la fase regular del actuar certamen, si el Jaguar ganase los últimos tres partidos se catapultaría del décimo tercer lugar (actualmente, con 9 puntos) a uno de los primeros ocho con el fin de cumplir las expectativas exigidas por la institución de colocar al equipo en la fase de Liguilla. Si eso tienen en mente quienes disponen dentro del “equipo de Chiapas”, en lugar de solidificar un proceso “continuo” que pronto cumplirá los tres años con resultados eventuales, he de considerarlo como un tremendo error. O sería muy grato que nos esclarecieran la temporalidad de los llamados procesos a mediano y largo plazo, con el fin de ajustar mi reloj para aguardar con mesura a que lleguen los aires de grandeza prometida.
Jaguares de Chiapas se brinda, lucha, incomoda. Pero ¿de qué sirve un perro bravo de caza si se le tiene amarrado a la sombra de un viejo roble?
“El dolor es temporal, el orgullo es para siempre”.
Twitter: @Daniel_Chanona | vitrinadeportiva@hotmail.com
PD: ¿A caso, muerta la amistad sabría igual que el fracaso? ¿O a los dos les gusta el verbo fracasar?
No hay comentarios:
Publicar un comentario