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miércoles, 23 de mayo de 2012

VITRINA DEPORTIVA (23/05/12) Columna publicada en el diario deportivo ESTO.



Por: Daniel Chanona Velázquez.

Por decreto del Rey, Santos campeón.

NO diré nada nuevo en relación a lo que creo “fuimos” testigos la noche del domingo, sin embargo, grato me resulta compartir mi apreciación en esta charla semanal.

En un principio, convencido estaba que la magia de Midas sería “casi” eterna y que él mismo seguiría siendo el Rey, mas no contábamos con el ímpetu y coraje de los laguneros quienes, al proponerse ofender, herían de muerte a todo aquél que se le ocurriese obstruir su camino.

Es un hecho, no cabe la menor duda de que presenciamos una de las mejores finales del balompié nacional en los últimos cinco años, si bien no se enfrentaban dos equipos de los llamados “grandes”, sí protagonizaban la reyerta los dos mejores del ya obsoleto Torneo Clausura 2012, y dos de los conjuntos con mayor potencial económico del reciente tiempo. Los llamados equipos “de moda”, como se les suele ETIQUETAR de mala forma por no bajar del pedestal a los preponderantes que deambulan en la mezquindad y se espera salgan de ella, dieron cátedra de futbol y sapiencia. Bien dirigidos, aguerridos, fieles a sus criterios y raíces ideológicas. Apegados a la técnica y al juego en conjunto. Allegados a la mística del arte llamada futbol.

Partieron “rayados”, los Guerreros, al descanso con el global a su favor. Aplaudidos. Golpeteos entre la palma de ambas manos que producían un sonido ensordecedor, escoltado por halagos declamados al unísono.

Tras el sacrificio de un zaguero regio y los contragolpes oportunos de Santos, los de La Comarca rozaron el título muy cerca del pitido final; mayor alternativa no se le presentó a Vucetich, quien por decreto propio volcó hacia al frente a su equipo. Monterrey culminó la batalla cual parrillada del norte, con “toda la carne echada al asador”. Ofensiva de lujo, capaz de ocupar un sitio de élite indiscutible en cualquier institución del balompié azteca: Suazo, De Nigris, Carreño, Cardozo y “Chelito”, alternativas que trastornaron en agonía a la fanaticada presente en las tribunas del TSM y a los miles que ocupábamos un sitio “placentero” en donde degustar una  linda velada pambolera.

Lejos del merecido y por fin concebido título santista, los que salimos ganando fuimos nosotros, los aficionados, y por mucho. Una final dignísima, haciéndole el favor al criticado sistema de competencia de la Primera División, además de hacer valer el juzgado motivo de la Liguilla, lejos de los populares fines comerciales y económicos que allí se manejan.

Lunes glorificado para los fieles coahuilenses, solidarios también con el fervor atesorado en Durango, Estado que aclamó el comienzo del desfile conmemorativo iniciado en el Avión de Francisco Sarabia en la ciudad de Lerdo, y que terminase en el Hipermart Independencia, en Torreón.

La CONTINUIDAD en su PLANTILLA, más los incentivos y APOYO brindados por una DIRECTIVA comprometida en enmendar sus errores del pasado, conceden aires de JUSTICIA, mismos que alejan a la cálida Comarca Lagunera de la frustración, principal representante de sus emociones en longevos compromisos. 

¡Felicidades, SANTOS; CAMPEÓN del futbol mexicano!

“El dolor es temporal, el orgullo es para siempre”.

twitter.com/Daniel_Chanona | vitrinadeportiva@hotmail.com



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