Por: Daniel Chanona Velázquez
La Euro es mejor que el Mundial.
ES la Eurocopa de Naciones el evento futbolístico más importante a la postre del propio Mundial. Así lo creo. Sin alejarnos del “pasado reciente”, nos remontamos a la entonces reyerta continental celebrada en Sudáfrica en junio de 2010, sede que albergó a 32 países en uno de los escenarios más contrastantes a nivel mundial, por un lado: la algarabía social que ello acogía; por el otro: el desorden político y económico que aún se atesora. Rememoro aquellos cotejos que dieron pie al arranque de la ceremonia de “mayor” envergadura en el complejo mundo del futbol, encuentros como el Sudáfrica vs. México, Argentina vs. Corea, Argelia vs. Eslovenia o el Serbia vs. Ghana, eran aclamados por sus seguidores, sin embargo, imposible resultó y lo seguirá siendo, ser testigos en las primeras rondas Mundialistas de partidos con un calibre elevado: Alemania vs. Portugal, España vs. Italia, Francia vs. Inglaterra, Holanda vs. Alemania, por ejemplo, citas que nos son obsequiadas durante las primeras fechas del la prestigiada Eurocopa.
Satisfechos debemos sentirnos después de haber sido partícipes, a través de los diferentes medios, de la ahora culminada primera ronda, marcadores poco abultados en su mayoría pero siempre engalanados por la gallardía de sus contendientes, para culminar pronto, la Euro nos puso en la mesa como platillo principal de la jornada de domingo a los dos recientes campeones del mundo –Italia (2006) y España (2010)-, he allí otro punto a favor de dicha justa; noventa minutos utópicos en un calendario de Copa del Mudo, duelos sólo factibles en Cuartos de Final de la competición.
Situándonos en territorio africano, solamente Uruguay, como representante de América, se enlistó en las semifinales del Mundial -pues Argentina y Brasil cayeron en la ronda previa, mismos que darían batalla en la Euro si fuesen requeridos-, pisándole los talones a Holanda quien, después de avanzar a la final, obtuvo de nueva cuenta el subcampeonato del certamen, víctima del arrebato deportivo de Iniesta, hombre clave en la coronación de España en 2010, dos años más tarde de haber obtenido también su primer título en la Euro (2008).
La UEFA obtendrá ingresos comerciales de al menos mil 600 millones de dólares por el torneo de 16 equipos, mientras la FIFA recaudó 3 mil 600 millones de dólares con su certamen de 32 selecciones, infame cantidad en comparación al nivel y al número de sus participantes. Además, la Euro rivaliza con el Mundial en cuanto al valor promedio por partido, pues para el primero es de 51.6 millones de dólares, mientras que para el segundo es de 56.7, volvemos a lo mismo. Cada encuentro tendrá una audiencia promedio, sólo en TV, de 150 millones de aficionados a nivel mundial, por lo que casi a diario la Eurocopa registrará un rating superior al del Súper Tazón de la NFL. La UEFA posee alrededor de 203 contratos con diversas cadenas televisivas en el globo terráqueo. De hecho, los equipos reciben un incentivo mayor por participar en el certamen europeo que en el Mundial; la selección que resulte campeona se adjudicará una cifra aproximada a los 15.5 millones de euros, moto estratosférico a raíz de los 2.6 millones de euros (ya realizada la conversión dólares-euros) que recibe la nación monarca de la Copa América, competición de “similar auge” a nivel continental.
Acuñando la frase de Gutiérrez de Quevedo, verdadero futbol en partidos como de película.
Entonces, ¿jugamos a las patadas con Sansón?
“El dolor es temporal, el orgullo es para siempre”.
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