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Amante del periodismo y los deportes.

martes, 22 de enero de 2013




¡Que alguien me explique!, por favor

LA recién implantada Secretaría de la Juventud, Recreación y Deporte aseveró haberle brindado el total apoyo al gladiador chiapaneco Víctor Méndez, oriundo de Ocosingo, quien por objetivo tuvo participar en el 2º Serial Clasificatorio Nacional de Luchas Asociadas celebrado el pasado fin de semana en el gimnasio Panamericano de Balonmano en Guadalajara, Jalisco; sin embargo, el atleta acudió desprotegido, su estratega Quintín Vázquez no pudo realizar el viaje tras no contar con el apoyo requerido para escoltar a su pupilo, quien se afianzó a su experiencia y a base de entrega tuvo que navegar contra corriente en la justa citada pues en más de una ocasión intentaron desbancarlo y robarle la pelea, ello le valió es subcampeonato, aunque según el Ranking nacional de la categoría Adultos aún mantiene la cima del mismo, y vaya que tiene todas las de ganar para acudir a los Olímpicos de Río en 2016 pero si se sigue ateniendo a los intermitentes espaldarazos brindados por quienes aseveran impulsar el desarrollo del deporte en la entidad verá mermada su preparación y ello no se puede permitir, aguardando que para el último clasificatorio a celebrarse en marzo cuente con el respaldo debido –también para su entrenador- porque si Chiapas se descuida, Víctor podría aceptar la oferta de la universidad que le plazca y lo apoye para cumplir su sueño, y así, un talento local más terminaría en tierras verdaderamente comprometidas. Y no sería ingratitud, al contrario, le apostaría todo a quienes apostarían todo por él. Bendita reciprocidad. Desconozco el acuerdo llegado entre Jaime Díaz Zea, presidente de la Asociación, y Carlos Penagos Vargas, titular de mencionada secretaría, en la reunión que sostuvieron días pasados, esperando que se antepongan los valores deportivos y no los compromisos obligados de escritorio.

EL CASO AREMI, NO ME CUADRA

Por otra parte, la semana anterior se publicó en éste rotativo la información expuesta por nuestra compañera Yuri Gumeta en relación al marginamiento de la Selección Mexicana de Levantamiento de Pesas de la halterista tonalteca Aremi Fuentes Zavala, dado a conocer a través de un comunicado emitido por el mismo presidente de la Federación Mexicana de Levantamiento de Pesas, Rosalío Alvarado, quien justificó la acción tras haber cometido la atleta actos de indisciplina que laceraban los lineamientos del grupo, como haberse retirado de la concentración del selectivo y no haber retornado a la Ciudad de México en tiempo y forma después de haberse celebrado en San Luis Potosí el Torneo Nacional del Pavo, donde Fuentes Zavala se adjudicó el primer lugar en el Ranking con 90 kilos y 115 en envión. Pero fue notificada su reincorporación a la Selección Nacional al “disiparse” las dudas, y esto deja aún más turbio el ambiente del medio, pues chocan las declaraciones de sus protagonistas, al menos eso parece: el propio Rosalío Alvarado giró un comunicado a Carlos Penagos Vargas, recién nombrado secretario de la Juventud, Recreación y Deporte, documento con fecha 18 de enero en donde el Presidente de la FMLP expone haber tenido una charla con Aremi Fuentes, quien le dijo que tras ir su mamá a apoyarla a la ciudad de SLP tuvo que pasar la tarde con ella, acción que la atleta le planteó al Secretario de la FMLP, Omar Montoya, quien le comunicó al propio presidente a través de un correo electrónico mismo que Alvarado no revisó al supuestamente encontrarse fuera del país; si ello ocurrió, ¿cómo se enteró el Dr. Rosalío Alvarado de los actos de “indisciplina” cometidos? ¿a caso un presidente de Federación no tiene la obligación de consultar cuestión alguna antes de emitir un comunicado “oficial”? ¿por qué no recurrir primero al diálogo para esclarecer el conflicto? A la par, en el documento se expresa que la notificación de la entonces relegación de Fuentes Zavala se le hizo llegar al correo electrónico personal de la deportista, quien aseguró en una entrevista concedida a la propia Secretaría que ella se enteró ¡por conducto de su madre!, la señora Aremi Zavala de Aquino, entonces ¿quién miente? 

El caso Aremi, no me cuadra.

“El dolor es temporal, el orgullo es para siempre”.




TWITTER: @Daniel_Chanona | vitrinadeportiva@hotmail.com



domingo, 20 de enero de 2013






Restaban los pañuelos blancos

ABERRANTE. No existe adjetivo más pulcro para describir la falla arbitral del central Jorge Antonio Pérez Durán. Hugo Bonilla, asistente dos, hubo intentado hacer su labor lo mejor posible, sin embargo, él sólo auxilia, mas no evidencia las carencias de quien funge como la máxima autoridad en el juego. Para la polémica. Ello valió el primer tanto del partido, obra de Sambueza, quien parece volverse acreedor de nuevos aires deportivos vestido de amarillo; fortaleza, convicción, dinamismo, eso proyecta. Fue claro el pecado, pero oportuno resulta apuntar que sin haberse dictaminado aquél “fuera de lugar”, la zaga felina varó, se desconcentró, titubeó, acciones poco permitidas en un encuentro trascendente ante un equipo de envergadura con jugadores no menos capaces hombre por hombre y que, sin duda, siempre ganarán en velocidad: con Benítez en el eje de ataque y acarreo de balón, la movilidad de Rubens y Layún por los costados y el fuelle de Jiménez que muerde cada esférica sin importar la distancia, pese a su falta de gol.  

Miguel Herrera, ausente en el banquillo visitante por el cumplimiento de la sanción tras su expulsión la jornada anterior, leyó mejor el juego si equiparamos la táctica con el conjunto local. Se percató de lo poco que aportaba Jaguares en medio campo: Toledo, obligado a iniciar pero fuera de ritmo, tan es así que tuvo que ser relevado tras una leve lesión, misma que lo dejará ausente al menos una semana; y el canterano Pedrito Hernández, de quien he visto y escuchado buenas cosas, aunque soy de la idea que de a poco se lleve su prometedora carrera, pues adquirir una responsabilidad mayor en la mitad de la cancha desgasta el pundonor del joven, que se entrega, pero aún su colmillo no está tan torcido como el de sus colegas que  “a bien” el cuerpo técnico decidió dejarlos como opciones de cambio (y se tardaron para poner en marcha su juego: Arizala, Zamorano y Loroña, por tal razón poco pudieron aportar), y actuaciones de tal desempeño frente a rivales de tal magnitud terminan por hacerlo lucir menos que el resto.

Para el complemento, Osvaldo Martínez fue el sacrificado. El “Negro” Medina recibió el ingreso, se plantó con Molina y aquella contención fue impenetrable. Layún sobraba por la banda diestra, debutó el “Maza”; Herrera aseguraba el resultado (0-1, parcial) sin bajar la guardia. Rodríguez cabeceó, la bola le rebotó, la prendió e hizo imposible la labor de Édgar Hernández de retenerla. Tras estrellarse en la humanidad del cancerbero, bajo un marco de inocencia, “Chucho” la robó y firmó el resultado: 0-2, bajo una réplica del la “monumental” Plaza México, haciendo eco del “¡óle!” como si Eulalio López deleitara al mundo con una brutal faena. En el Zoque, restaban los pañuelos blancos.

“No podemos mantener la concentración los 90 minutos”, expuso a la postre del duelo Pepe Cruz en su comparecencia ante los representantes del medio deportivo. No me cuadra. Es como citar que un cardiólogo no puede practicar un trasplante de corazón si la operación llegase a tardar cuatro horas porque él sólo es capaz de concentrarse un par de ellas. Es su labor y su innata obligación. Ojalá sólo haya sido producto de la calentura del momento. Burdo ejemplo, pero no encuentro cabida para alguno mejor que disfrace de demencia la interpretación de aquella improcedente oración.

“El dolor es temporal, el orgullo es para siempre”.

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martes, 8 de enero de 2013




“Sos” grande, pequeño

En un mundo en donde los prejuicios son el pan de cada día, resulta necesario acordar sin lamentos quién reinará entre los mejores del futbol internacional durante el año en curso producto de la cadencia deportiva que lo escoltó a lo largo del ciclo pasado. Habrá voces que discrepen en su totalidad, algunas tal vez de manera parcial, la mayoría se sumará al eco provocado por las multitudes que continuarán aclamando su apellido.

Es cierto, parece inobjetable que el Balón de Oro depare una vez más en sus vitrinas. Es un bandido del arte del futbol, capaz de eclipsar a los “no menos buenos” que con él a diario se codean. Lo siento plenamente por Iniesta, quien se despojó del orgullo y con cotidianeidad acudió al certamen a cumplir su labor encomendada: aplaudir, sonreír, agradecer y reconocer que algún día, dentro de varios años, habrá que contarle a las nuevas generaciones de qué se trata todo esto del Barcelona, deteniéndose por obligación en el apartado de sus inmortales, sitio en donde será necesario recurrir al diccionario en mano para adjetivar sus hazañas. Resulta una estrategia lógica en tiempos en los que suele ser primordial explicar lo que ya es una realidad a simple vista.

¿Por dónde comenzar entonces? Quizá, ¿por la cantidad de futbolistas de gran calidad que han pasado por sus filas en la época reciente? ¿Por la filosofía que parte desde La Masía del club blaugrana? O, ¿por tener al mejor jugador del planeta –avalado por sus cuantiosas cifras-, ese que parece destinado a romper con todos los hitos de la historia del futbol? Lo grato es que usted, amigo lector, puede tomar la arista pertinente y desglosar con goce el relato que crea factible. Con tal, habrá quién tenga la virtud de jactarse de haber visto jugar a Pelé, Maradona, Cruyff, Valdano, Zidane, Ronaldinho, entre muchos otros longevos y contemporáneos. Cada quien a su forma, a su estilo, a su tiempo y a su modo; sin embargo, tras la evolución pertinente del deporte mundial por excelencia, corremos con la gracia de anexar las fortunas que nos ofrece el futbol al atestiguar a quien por doquier establece nuevos parámetros de exigencia. Es más, la celebración que éste lunes tuvo cabida en Zúrich, Suiza, también será enclaustrada en sus récords batidos, pues la sede de la FIFA lo vio vestir de gala por sexta ocasión en la misma ceremonia. En 2007 tuvo que presenciar cómo Kaká se llevaba la presea bajo el bazo, en 2008 posó junto a Cristiano, quien en las restantes ocasiones ha seguido el protocolo de quien a sus -entonces- 21 años soñaba con adjudicarse tan prestigiada condecoración, misma que en la actualidad –con él en el estrado- tiene tintes de una “tradición” pasajera.

Aquél 12 de enero de 2008 perdió el Balón de Oro por última vez, para el que había sido ternado por segundo año consecutivo. "Escuchá, es la última vez que te permito salir segundo, ¿está claro?", le dijo Diego Armando… y Leo se lo tomó en serio, al pie de la letra siguió la orden de Maradona. “Sos grande, pequeño Messi”, una ironía vuelta inmortal.

“El dolor es temporal, el orgullo es para siempre”.

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