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Amante del periodismo y los deportes.

martes, 17 de marzo de 2015

CRÓNICA | Atlético de Madrid 1(1)-(1)0 Bayer Leverkusen | 8vos

¡Delirante!


MADRID, España.- Fue un partido rancio, de los que se juegan con un par, al margen de finuras; con exceso de trastabillo y de futbol, por aquello del alargue. Un partido que recompensó al que se empeñó en buscarle a pico y pala. El solitario gol de Mario Suárez en tiempo regular abrió camino a los penaltis, donde el acierto de Fernando Torres facturó el boleto a los cuartos de final a nombre del Atlético de Madrid, que derrotó por marcador global de 4-3 (3-2 p.) al Bayer Leverkusen.


No son, ni mucho menos, los equipos más exquisitos en el juego colectivo. Ambos marchan en el cuarto sitio de sus ligas, ambos han sido subcampeones de la Champions, ambos tienen aficiones envidiables y ambos, también, doblegan en corazón y raza a cualquiera. Y justo porque se parecen tanto, el Atlético de Madrid y el Bayer Leverkusen confeccionaron, entre bufandas rojiblancas y papeles serpenteados, un primer tiempo pedregoso, que dejó un portero lesionado (Miguel Ángel Moyà), confetis sobre el césped y la ilusión intacta del avance capitalino.

El balón, si no tomaba respiros involuntarios a causa de empellones reiterados en el tercio medio de la cancha, vagaba por aire o en los botines del Atleti. Solidario, valiente, ambicioso. Evitó desesperarse. Los bávaros dibujaron en la retaguardia una alambrada, de esas puntiagudas, para entorpecer las intentonas del equipo madrileño, que probó desde la esquina, sin alivio, cuantas veces quiso. Pero se nutre de la dicha y de la suerte, se nutre hasta saciarse, hasta que rubrica el resultado.

Suárez, un centrocampista con fama de mejor zaguero que de artillero, redimió de la ofuscación a sus delanteros, aún con la pólvora humedecida. Al minuto 27, falto de gracia el Leverkusen en el rechace, y tras cobrar los vástagos del Manzanares una infracción a su favor, el “4” cholista propició el desplome emocional de la tribuna con un zapatazo desde el balcón del área grande. Mandó guardar la esférica en un recóndito lugar de la cabaña enemiga. El Atleti abrazaba una odisea.

Con la incorporación de Raúl García, el Atlético de Madrid fue más caballeroso con la pelota. Amagó con seducirla, con hacerla su cómplice como en antaño. García aportó equilibrio, Koke, volanteando por la diestra, aportó intuición. Mejoró tanto el equipo que Simeone dudó. Por eso ha salido avante, porque duda demasiado. Se ahorró el ingreso de Fernando Torres hasta el minuto 83, cuando Mario Mandzukic se quedó sin pulmones de tanto callejonear, de tanto ir y venir sin reparo; cuando a punto estuvo de tumbar la puerta por segunda vez en una noche, cuando la prórroga se colaba en el festejo.

Embustero, el tiempo complementario extinguió la llama ardiente; o quizás fue le viento. Al oído, sugirió los penaltis como colofón de un espectáculo insipiente. Los locales opusieron resistencia a tentadora oferta, pero cedieron, al fin y al cabo. Si no, pregúnteselo al “Niño”. Qué importan el desvelo y el frío cuando, después de todo, aún se sueña con Berlín.

ASÍ JUGARON

Atlético de Madrid: Moyà (Oblak 23’); Gámez, Juanfran, Miranda, Giménez; Mario Suárez, Koke, Griezmann, Arda Turan; Cani (Raúl García 46’) y Mandzukic (Torres 83’). DT.- Simeone.

Bayer Leverkusen: Leno; Spahić, Hilbert, Wendell, Toprak; Bender (Papadopoulos 103’), Hakan Çalhanoğlu, Castro, Bellarabi, Son Heung-Min (Rolfes 77’); y Drmić (Kiessling 69’). DT.- Schmidt.

PENALTIS

Atlético de Madrid: García (falló), Griezmann, Suárez, Koke (falló) y Torres.

Bayer Leverkusen: Çalhanoğlu (falló)Rolfes, Toprak (falló)Castro y Kiessling (falló).

*Crónica publicada en el diario deportivo ESTO.

domingo, 15 de marzo de 2015

CRÓNICA | Real Madrid 2-0 Levante | J27

Levantón anímico

MADRID, España.- Blaugrana fue el color de su rival. Blaugrana es el color del vaticino. Blaugrana es el color que lo motiva. Pero nada cambia con miras al clásico español del próximo domingo 22 de marzo en el Camp Nou. El Real Madrid llegará como sublíder y punto. La victoria de ayer frente al Levante, por marcador de 2 a 0 en la Jornada 27 de la Liga, cauterizó exclusivamente las nóveles heridas del madridismo y curó en salud a Gareth Bale, autor del doblete, pero volvió a excluir a la total supremacía. Claroscuros, poco más.

Se oxigenó el Madrid. Luka Modric refrescó la medular y empoderó a Dani Carvajal, siempre acomedido por la diestra, factoría de aproximaciones, sinónimo de goles. El croata, desmarcado por lesión de la titularidad desde el pasado noviembre, aportó liquidez, vagancia y descaro. Defiende bien, ataca mejor. Su devolución al once otorgó descanso a Toni Kroos, hasta entonces inamovible y con una cuantía de 2 mil 262 minutos en sus piernas. El cauteloso, ahora, fue Lucas Silva, con visa limitada en el último tercio de la cancha, ocupado en labores de desintoxicación, que fueron pocas.

Los granotas se limitaron a danzar el vals predilecto del Madrid, que adormeció el encuentro cuando más cómodo se percibió, sin exigirse demasiado. Sin embargo, los grandes equipos no se lo pueden permitir, menos cuando el vaho todavía empaña su mejor forma. Al rival se le demuestra mayor respeto con las máximas cualidades. Si no le apeteció, es reprochable. Si no pudo, que no fue el caso, resulta cuestionable. 

La BBC recobra, paulatinamente, sentido de pertenencia. Karim Benzema estuvo meticuloso; Bale, camino de la disculpa, se despachó con par de anotaciones, al minuto 15 y al 40, en las que intervino también Cristiano Ronaldo, tan lujurioso como proactivo. Hicieron clic frente a un rival indulgente, frágil, al borde de la división de plata. Si Pepe y Sergio Ramos, por ejemplo, dispusieron del cuerpo, fue con el partido resuelto, cercano el entretiempo, al margen de proyectar seguridad y adelantar las líneas con la esférica en posesión.

Al levante, sus recursos futbolísticos no le permitieron explayarse demasiado en el ataque, y a Isco Alarcón, que le sobran, pareció fantasmal. Intervino poco, se procuró de una quinta amonestación para no perderse el cruce ante el Barcelona del fin de semana entrante. Jesé Rodríguez lo relevó, aunque la chispa por la pradera izquierda jamás fue recuperada. Javier Hernández, delantero mexicano, fue invitado a la tertulia a falta de once minutos.

El Real Madrid, ya absuelto de pecados por su directiva, se dedicó sólo a machacar el pasto, no a reconquistar a su gente, de reacción impredecible en la salud y en la enfermedad. Pudo haber sido una noche de baño y masaje, pero al Madrid le satisfizo, sencillamente, un levantón anímico.

ALINEACIONES

Real Madrid: Navas; Ramos, Pepe, Marcelo, Carvajal; Modric (Illarramendi 77’), Isco (Jesé 69’), Silva; Benzema (Hernández 82’), Bale y Cristiano Ronaldo. DT.- Ancelotti.


Levante: Mariño; Navarro, López, Ramis, Toño; Simao, Morales (Rubén 59’), Camarasa, Xumetra (El Zhar 59’); Barral y Uche (Casadesús 75’). DT.- Alcaraz.

*Crónica publicada en el diario deportivo ESTO.

CRÓNICA | Rayo Vallecano 3-1 Granada | J27

¡Qué Bueno!

MADRID, España.- Ya pesa el estadio de Vallecas. El invierno, paradójicamente, descongeló la ausencia de triunfos en casa del noble Rayo Vallecano, que anoche doblegó 3-1 al Granada en la Jornada 27, con dos goles de Alberto Bueno, máximo rompe redes español de la Liga de las Estrellas, y uno de Adrián Embarba en la agonía del encuentro. El mediocampista mexicano Javier Aquino vio desde el banquillo la tercera victoria consecutiva de su equipo en casa.

Al menos de orden presumía el Granada, pero nada más; todavía incapaz de imponerse como visitante desde que rompió las quinielas en el nuevo San Mamés, contra el Athletic, a comienzos del certamen. Jhon Córdoba, al minuto 8, en un discutido fuera de juego intentó darle un giro de 180 grados al presente claroscuro de la oncena andaluza. Para enfriar el ímpetu capitalino, el colombiano punteó la pelota a segundo poste tras el achique del portero rayista, que dudó al ver cómo su pasmosa defensa se ocupó de recriminarle al abanderado la acción y no de atender la marca.

Paco Jémez reajustó su equipo. Comprometió a Licá en la recuperación del balón y dejó a Alberto Bueno como referente en el ataque. Ganó peso en medio campo, propició sendos desbordes por el costado izquierdo, uno de ellos que derivó en un contundente remate de Trashorras con dirección al larguero. La propuesta del Rayo Vallecano se mantuvo intacta durante el complemento, es más, se reforzó apenas ingresado Manucho.

El brasileño intervino en la jugada del empate, al minuto 65. Controló con sobrada dificultad dentro del área grande, sobre la línea de fondo. Recortó con la pierna derecha a su más próximo adversario, alzó la vista y cedió para el arribo de Bueno. El delantero español firmó, por la ley causa y efecto, su tanto número 14, superando por un gol, hasta aquél instante, la cosecha individual del mismísimo Karim Benzema, Pero sería solo un advenimiento para irse a dormir como pichichi nacional.

Ya en paridad de condiciones, el Rayo se volcó en busca de la remontada... y la consiguió diez minutos después por conducto, otra vez, del ya histórico atacante blanquiazul, Alberto Bueno, quien con 26 dianas totales es el nuevo ídolo de la casa. De bote pronto definió a mediana altura. Así, y con un gol de Embarba al 93' para sellar la cuenta, Alberto Bueno catapultó al conjunto madrileño hasta el octavo sitio de la clasificación general. Con 15 anotaciones en su recuento individual, el "23" del Vallecano desbancó momentáneamente de la cúspide de los "matones" a Carlos Bacca, del Sevilla, y a Antoine Griezmann, del Atlético de Madrid, que ostentan 14 cada uno. El Rayo insiste, el Rayo se hace respetar.

ASÍ JUGARON

Rayo Vallecano: Álvarez; Nacho, Amaya, Baena, Trashorras; Kakuta, Quini (Embarba 62'), Ze Castro, Baptistao (Insúa 80'); Licá (Manucho 62') y Bueno. DT.- Jémez.


Granada: Oier; Nyom, Rico, Babin, Márquez (Ibáñez 73'); Piti, Perez, Córdoba (El-Arabi 88') , Rocinha (Riki 79'); Murilo e Insúa. DT.- Resino.

*Crónica publicada en el diario deportivo ESTO.

jueves, 12 de marzo de 2015

Florentino Pérez, fijó postura

MADRID, España.- No tuvo más alternativa que fijar su postura ante la opinión pública. Florentino Pérez anunció, en una conferencia de prensa extraordinaria, que no destituirá al entrenador, Carlo Ancelotti, sea cual fuere la resulta del próximo domingo 22 de marzo en el Camp Nou, en reproche a la noticia desvelada por el diario Marca en su edición de este jueves que daba por hecho un ultimátum para el italiano. El presidente del Real Madrid reivindicó, también, la figura de Gareth Bale, pidió unidad a sus aficionados y denunció un complot contra su mandato y contra el equipo al que representa.     

“Mi comparecencia es para hablar de informaciones que nada tienen que ver con la realidad y que contribuyen a crear un clima de gran presión alrededor de nuestro entrenador y nuestros jugadores”, declaró. “Quiero manifestar con rotundidad que el club tiene plena confianza en el entrenador y en los jugadores, y a día de hoy que pase lo que pase Carlo Ancelotti va a seguir siendo entrenador del Real Madrid”, afirmó.

El máximo dirigente de la casa blanca se mostró indignado en uno de sus ocasionales advenimientos frente a los representantes de la fuente deportiva, convocados al mediodía de ayer en el Palco de Honor del estadio Santiago Bernabéu. "Debemos continuar unidos, serenos y con la máxima confianza ante los retos que todavía tenemos por delante. Pido, como presidente del Real Madrid, a todos nuestros socios y aficionados que apoyen a nuestro entrenador y a nuestros jugadores y que se sientan orgullosos de ellos por todo lo que nos han dado y por todo lo que nos van a seguir dando", presintió.

“Este entrenador y estos jugadores han ganado los títulos que el madridismo estaba esperando desde hace muchos años. Además de la Copa del Rey, han logrado la décima Copa de Europa, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, haciendo un futbol maravilloso hasta hace escasamente dos meses. Para algunos ha sido el mejor futbol de la historia de este club", reseñó, en defensa de Carlo Ancelotti.

Pérez, quien gestó el contratación de Gareth Bale en el verano de 2013, escudó al futbolista galés, que ha recibido sonoras críticas de la hinchada merengue en las últimas semanas: “Bale es uno de los mejores jugadores del mundo, los equipos más importantes lucharon y seguirán haciéndolo por contar con sus servicios. Yo no creo que Bale esté tan señalado. Lo fichamos y ¡menudo lío que armamos!”.

"Mire usted”, respondió Florentino Pérez al enviado del diario As, quien le pidió hacer autocrítica, “si usted quiere echarme la culpa a mí de lo que está pasando, seguro que la tengo. Lo que su diario dice todos los días es mentira. Tiene una campaña interesada contra mí y que nada tiene que ver con la realidad", objetó. “Algunos medios dicen cosas que son mentira. Estoy aquí para decirlo. De otros que han dicho la verdad no digo nada. Yo quiero que los socios y aficionados del Madrid sepan que esa campaña que tienen contra mí es interesada y no tiene nada que ver con la realidad”, criticó.

Informaciones publicadas por el periódico EL PAÍS revelaron que en el seno del Real Madrid dan por hecho que Florentino Pérez, en esta ocasión, manifestó su aprecio reservado a Carlo Ancelotti por “el creciente clima de crispación” que avizora en los seguidores del equipo, “y fundamental” por “la eliminación del Chelsea en los octavos de la Liga de Campeones”.

En la intimidad asienten que el fracaso de José Mourinho elevó la consideración por Ancelotti. “En el club, Mourinho gozaba de una reputación inmejorable. Los ejecutivos más próximos a Pérez se mostraban convencidos de que el fichaje de Ancelotti supuso un paso atrás respecto a Mourinho. Pero la eliminación de Mourinho de la forma más inopinada, jugando en casa contra diez durante una hora, disipa cualquier reivindicación del clan ‘mourinhista’”, escribió el periodista Diego Torres.


“Intento ganarme el cariño de todos los medios, pero es imposible”, lamentó el regente de las ilusiones blancas, “lo único que puedo hacer es rebajar tensión, y cuando veo que se eleva la tensión salgo a decir la verdad", agotó.

martes, 10 de marzo de 2015

CRÓNICA | Real Madrid 3(5)-(4)4 Schalke 04 | 8vos

Mal y de malas

MADRID, España.- Con demasiadas tornas el Real Madrid se impuso en los octavos de final de la Champions League por marcador global de 5-4 al Schalke 04, con par de anotaciones de Cristiano Ronaldo y otra de Karim Benzema en el partido de vuelta (3-4), disputado anoche en el estadio Santiago Bernabéu, que abucheó a un alicaído conjunto que presumió de histeria colectiva. Pareció emerger de entre los escombros de un futbol de academia para mantenerse en pie de guerra. Que le de gracias a la íntegra resulta.  Así, reescribir la historia que desempolvó sus dominantes ansias de prosapia universal tras adjudicarse en mayo su décima “orejona”, está en alemán.

Acogido, cauto de un rival insospechado, a la usanza Di Matteo, los germanos aguardaron la puesta en escena de su mejor acto: el contragolpe. Si algo saben hacer, y muy bien, es subsanar fracturas en la retaguardia para ganar presencia cuando el oponente duda o desatina, a lo que tanto se dedicó el Madrid en la primera parte hasta que Cristiano Ronaldo sacó provecho por los aires de un tiro de esquina que, a mediana altura, confeccionó Toni Kroos luego de exigirle a la grada que se volcara en cánticos previos al cobro como avío de conjura. Llamamiento que al minuto 25 le suministró oxígeno.

El Real Madrid evidenció de nuevo que no está bien. Está roto, maltrecho, con el brío de sus mediocampistas malherido y un mermado surrealismo de sus videntes en ataque. Porque el Madrid muerde, recupera, propone… y peca, infringe mucho en la última descarga. Sus conexos en la ofensiva han extraviado el ida y vuelta que tan bien le sentó a comienzos de temporada. Para su beneplácito, en octavos se cruzó con un equipo voluntarioso, que halló consuelo en su fe más que en sus nobles ideales futbolísticos, pero ello le bastó al minuto 20 para descorchar las dudas del madridismo, ocultas bajo la alfombra, a la postre del refute del delantero portugués. Christian Fuchs sazonaría un encuentro que rozó la medianía. No obstante, se le agradece. Su obstinada insistencia contagió a Huntelaar, quien magulló el larguero para luego contrarrematar la intentona de Max Meyer, que se estrelló en el portero Iker Casillas, antes de apretar las tuercas de la reyerta al minuto 40.

Sin embargo, aunque vaguen diezmados por los reveces del balón, los blancos se fían de su instinto. Al borden del entretiempo, un centro de Fabio Coentrao por la izquierda halló complicidad en la cabeza de CR7, quien equiparaba 2-2 la cuantía parcial de una celebración rocosa y exponencialmente impredecible, tanto como Karim Benzema, un exquisito en el regate como en el arte de pasar inadvertido. Al 52’, despachó con amagues a la defensa, propició el achique dubitativo del cancerbero y definió raso, con parsimonia, hacia el marco descubierto… pero Leroy Sané replicó enseguida con un golazo a segundo poste que dejó sembrado a Casillas, con la displicencia de su retaguardia como testigo.

Y volvió Luka Modric, y con él la clarividencia. Al menos en apariencia. El Madrid, digamos, encontró equilibrio y transiciones más solventes que de costumbre, aunque las pulsaciones aminoraban cuando el Schalke dividía la pelota. De nuevo Huntelaar corroboró el diagnóstico; veloz, ganó la espalda de Pepe y Raphael Varane al minuto 84, y en un pispás divisó la intromisión de la esférica en portería contraria. Las quinielas se desplomaron por el suelo, como la moral del anfitrión pomposo que seguirá vivo en la Champions pero al borde de la terapia intensiva si no se vacuna ya contra la desventurada monotonía.

ALENIEACIONES

Real Madrid: Casillas; Varane, Pepe, Arbeloa (Nacho 83’), Coentrao (Marcelo 58’); Khedira (Modric 58’), Kroos, Isco; Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo. DT.- Ancelotti.

Schalke 04: Wellenreuther; Höwedes, Fuchs, Nastasić, Matip; Meyer, Höger (Goretzka 58’), Barnetta (Uchida 81’), Neustädter; Choupo-Moting (Sané 29’) y Huntelaar. DT.- Di Matteo.

*Crónica publicada en el diario deportivo ESTO.

lunes, 2 de marzo de 2015

CRÓNICA | Real Madrid 1-1 Villarreal | J25

Topó con pared


MADRID, España.- Los puritanos, quizá, echaron de menos un partido abierto, de vaivenes, de novela. Se batieron con dos propuestas, distantes, demasiado gráficas, que atesoran la esencia del futbol: defensa y ataque. Los equipos que hoy mejor la escenifican en el certamen ibérico saltaron de noche al estadio Santiago Bernabéu. La estadística, tan discutida como ortodoxa en la disciplina, avaló la pugna en orden de prioridades. Con anotaciones de Cristiano Ronaldo y Gerard Moreno, Real Madrid y Villarreal empataron 1-1 en la Jornada 25.

Cuanta solvencia en el Villarreal de Marcelino. Cuanta. La gracia de este equipo radica en la aplicación táctica. Quien juegue sabe defender, de qué manera recular y en cuánto tiempo reagruparse, además de cómo herir sin demasiado tintineo. Salió a no perder, y se aferró a su anhelo. Procuró atosigar al Madrid sólo en terreno amigo. Más allá del medio campo fue trinchera inexplorada para ofuscaciones banales sin la pelota en posesión. Estuvo cómodo haciéndola de acordeonista, desdoblando el instrumento cuando mejor afinado estaba y contrayéndolo para aventurar una nueva nota. Porque es un equipo mustio, capaz de atormentar a su oponente sólo con orden y llamamientos puntuales.

El Real Madrid propuso, siempre, con la mira desviada pero lo hizo, por iniciativa y en aras de erguirse hegemónico lo que resta de temporada. Con Isco y Toni Kroos como absolutos creativos. En cambio, el Villarreal tiró de la suerte. Rotó a un tercio de su plantilla, con Giovani Dos Santos como veintiúnico referente a la ofensiva, antes de su relevo por Luciano Vietto y la inclusión de Jonathan en la recta concluyente del festejo.

Arriesgaron mucho los de Castellón, lo suficiente como para que el Madrid produjera a cántaros saques de esquina en la primera parte. Uno tras otro, como la comilona de uvas en año nuevo, a excepción de que las añoranzas madridistas debían quedarse al margen, urgía eficacia, de la que también pecó en el complemento.

No fue sino una pifia de Eric Bailly la que derivó en el trigésimo gol en liga de Cristiano Ronaldo. El central marfileño abrazó al portugués dentro del área hasta derribarlo. Bríos innecesarios. La acción se condenó al minuto 52 con un penalti que dejó fuera de sí al portero Sergio Asenjo, esclavo de su ambiente, acosado por doquier hasta el último pitido, y por entonces agraciado por las erratas sistemáticas de CR7 y Gareth Bale. A Karim Benzema solamente se le pudo ver cuando abrió paso a Javier “Chicharito” Hernández, que ingresó al partido ya próximo el final.

Gerard Moreno reescribió al 63’ la hoja de ruta del Submarino Amarillo. De zurda perforó el ángulo inferior izquierdo defendido por el guardameta Iker Casillas, que espabiló más con la resulta equiparada. El Real Madrid, topó con pared. Al Villarreal todavía le apetece estrechar la mano del Rey en la final de Copa, a expensas del Barcelona, que aboga por la utopía.

ALINEACIONES

Real Madrid: Casillas; Marcelo, Varane, Pepe, Carvajal; Silva (Jesé 71’), Kroos, Isco (Illarramendi 78’); Bale, Benzema (Hernández 80’) y Cristiano Ronaldo. DT.- Ancelotti.


Villarreal: Asenjo; Mario, Bailly, Dorado, Costa; Pina (Trigueros 61’), Sergio Marcos (Jonathan 68’), Moi Gómez, Campbell; Gerard y Giovani (Vietto 61’). DT.- García Toral.

*Crónica publicada en el diario deportivo ESTO.