Balance general de una laudable resurrección

CONTRA todo pronóstico precoz, José Guadalupe Cruz culminó el Apertura 2012 al frente de los Jaguares de Chiapas, institución que navegó con el viento en su contra apenas comenzado el certamen. En breve, dijo, charlará con su directiva. Al menos para intentar esclarecer su entorno; pese a tener contrato aún vigente, no dudo que exigirá material humano y un incentivo superior en caso de permanecer en la plantilla.

A Jaguares no le fue fácil arribar al segundo semestre del año con bajas por demás sensibles dentro de un esquema que parecía sólido, sin embargo, la salida de Jackson era inminente, así parecía también la de Ismael Fuentes, mismo que con el Profe no compaginaba “al cien” aunado a una debacle en su juego; el “Burrito” tuvo que partir, no siempre se dan oportunidades como la recibida, aunque lo único que rescató del presente Torneo con Pachuca fue su continuidad e inamovible titularidad. Definitivamente progresó.

Retuvieron bien al “Japo”, que importante (a secas) fue las últimas fechas, aunque desde hace una año quieren hacerlo cambiar de piel, lo vislumbran de felino, mas no aquél que su guarida tiene en el sureste mexicano. Latente continúa su posible partida. Así mismo, Andrade parece haber recuperado su innato nivel. Pepe, al final de cuentas, hizo bien su trabajo. Echó mano de sus limitados recursos y de a poco comenzó a divisar el horizonte, comenzó a resucitar.

Grato fue nombrar, en encuentros de Primera, a contados pero gallardos juveniles: Loroña, Castellanos, Bedolla, Zamorano… éste último el de mayor regularidad. Armando, sin duda, hizo desperdigar de la memoria del aficionado naranja a Jorge Daniel Hernández, quien imprescindible parecía en el medio sector. El momento de sequía difícil hizo la cultivación de renombres, por lo que tuvo que recurrir a ellos. Confió y le respondieron.

La novela de Leiton culminó “con honores”. Iniciada la competencia se reincorporó tras haber sido enviado de vuelta a su natal Colombia por aquella lesión que lo privó de arrancar de forma regular con el equipo; Trombetta llegó en su lugar, a la brevedad retornó a la Argentina puesto que en planes ni en forma física estaba para Guadalupe Cruz. Jugó escasos minutos en la Copa MX, no más. Jiménez cuadró a la perfección, hizo de su banda izquierda un tramo difícil de transitar para cualquier rival, hubo empatía con el resto e intentó amortiguar cualquier embate. Después de todo, buena y prometedora adquisición.

Es cierto, tantas inconsistencias en el plano deportivo se derivaron de una ingrata planeación. El arribo y partida de jugadores fantasma exhibe los errores a expensas de compromisos mal pactados, por ejemplo: el guatemalteco Juan Carlos Castillo buen prospecto parecía, al menos cuando dijeron a la Sub-20 reforzaría. Le apodaban “Harry Potter” y un pecado cometió, el decir abiertamente que por Azteca Guatemala al Jaguar por fin llegó. Inmediatamente después, del primer plano desapareció.

De ahora en adelante, Jaguares está obligado a figurar en cada una de las liguillas del soccer nacional, en diez años poco ha podido hacer en ellas, mas son una constante de dos abriles a la fecha, por lo que el objetivo primero (teniendo conciencia de sus limitantes) debe seguir siendo estar en la Fiesta Grande semestre a semestre. No hay otra opción si busca consolidarse en un plano medio dentro de éste “nuestro” futbol, mismo que sólo reconoce la envergadura de quienes alguna vez han logrado, al menos intentado, levantar la Copa. Después de todo, dos cosas el equipo hizo mejor: la continuidad del Técnico y el homenaje a Salvador.

“El dolor es temporal, el orgullo es para siempre”. 

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