Un escombro más de la obra negra

LO aparentemente impronunciable tuvo cabida en la celda de las confesiones “post mortem”, según su víctima y querellas: la sala de medios. “Lo que no se logra es un fracaso”, pronunció Miguel. Y no se equivoca. Evita el retracto, lo sostiene: “En el América si no eres Campeón no sirve nada”. Herrera a minutos estuvo de cambiar su discurso, sin embargo el Diablo se aferró a su historia, a su estilo… al “Profe” Meza, quien nació para protagonizar tan bella relación, casi marital, con quien ahora se acobija en su cuarta Final teñido de rojo.

Aquél monólogo franco e impotente terminó siendo un escombro más de la obra negra, por demás inconclusa, que yace varada entre memorias, entre casi todo…entre casi nada. Y es que se quedaron con las manos ensangrentadas de tanta tensión puesta en la rienda, mas un vacío en la conciencia les sujetó el anhelo y los obligó a recobrar el perdido aliento. No basta con sumar 63 puntos en un par de semestres cómplices del desconcierto, si de repente perdiste de vista el señalado Torneo de Copa, si le apostaste al sueño y culminaste cayendo en el Clásico Nacional, si no opusiste resistencia y agonizaste de más por buscar figurar en el tercio “de honor”, por ende la Libertadores será simplemente otro tema de conversación y no de ejecución.

Fracasaste, América. No hay más. Aún cayendo con la cara al sol, aún protagonizando con gallardía la novela que bajo tu dirección actuó Morelia días atrás. Tu antagonismo fue efímero, pasajero, transitorio, y eso no te está permitido. Sigues negando por de bajo tu grandeza, aquella que continúa maquillando tus tropiezos, los cuales te costarán el sitio de “privilegiado” del cual hoy gozas por empate: ser el segundo mejor equipo de México, el que presume de diez títulos de Liga en sus vitrinas. Inimaginable pero cierto, Toluca, quien te dejó fuera, si trabaja por ello (y vaya que lo hará) podrá obtener su onceava estrella, arrojando así a tu vanidad al más oscuro rincón de la impotencia.

CHIAPAS, FINALISTA

ENTRÓ de cambio, como pocas veces, pues se afianzó del once preferido por Mohamed, aquél “Turco” que la Argentina fue forjado como estratega, el mismo que hoy grita “somos finalistas”. Richard Ruiz controló la esférica, condujo algunos metros, aguardó el achique de Martínez. Disparó con ruta al poste izquierdo del vencido guardameta, y clavó el tercero… gol de Xolos, gol de Chiapas, Jiquipilas presente. 

Camiseta 23: discreto, aguerrido, efectivo. De frontera a frontera: Chiapas estará representado en la Final. Tijuana dio el encuentro que tuvo que haber jugado: sin concesiones ni remezas, sin trapujos ni complejos. León cayó por nada, se envolvió en el desorden y concedió los espacios pertinentes para ser herido de muerte. 

Matosas pareció haber entregado 17 pulcras fechas en noventa minutos, pero pensar eso es infame, es innato venderse a la suerte.

En San Ángel ya venden los espacios vacíos, en Azteca festejan por también ser testigos, Fox Sports se lamenta, y la hinchada calienta para ver el domingo a un Campeón con trapío.  

“El dolor es temporal, el orgullo es para siempre”

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PD: ¿Desde cuándo el Golbol se equipara “técnicamente” al golf? Señora Conde, al salir cierre la puerta; sin llave, por favor,  pues la llave se ha perdido y no hay recursos para una chapa nueva… ni para el cerrajero. Gracias.