La dicha inicua de perder el tiempo

SEMANA a semana, un servidor suele recibir esporádicos cuestionamientos en relación a la continuidad o cese de José Guadalupe Cruz, técnico de los Jaguares de Chiapas. Se les agradece el gesto, pero ¿quién soy para dictaminar lo anterior? Lo que sí puedo plantear son diversos aspectos que conlleven a una posible continuidad o despedida inminente. Una a una iremos abordando las aristas pertinentes para que, usted, valore la que crea conveniente.

Como toda institución franquicia, perteneciente a un grupo máximo de poder, Jaguares suele manejarse a través del presupuesto. Grupo Salinas no vive del futbol, ni para él. Es una vitrina más que le brinda la responsabilidad social debida para salir avante en las exigencias comerciales: el fomento al deporte, la recreación, etc. Por ello, los bienes han de distribuirse acorde al impacto que tenga cada marca o producto, sea deportiva, de electrodomésticos o bancaria. Deduzco que los aproximadamente 10 millones de dólares que el Porto pagó por Jackson Martínez ni siquiera fueron vistos por directivos cercanos al club, no así por los altos ejecutivos. Por ejemplo, al Morelia no debió costarle ni un peso el arribo de Carlos Bustos en sustitución de Romano, pues éste dirigía al hermano menor de la familia futbolera: Neza. ¿Por qué invertir si se tiene en casa a alguien “capaz”, cierto? Las expectativas del conjunto purépecha, deportivamente hablando, deberán ser mayores a las del equipo felino: volver a ser finalista, entre otras; y Rubén Omar no es un estratega barato, por ello finiquitaron su relación laborar, dispuestos a no seguir perdiendo mayor cantidad de recursos.

Con Jaguares no sucede lo anterior. La prioridad es figurar en la lista de los ocho primeros dentro de la Tabla General si bien les va, lo que venga después será ganancia; la nómina del plantel es una de las más baratas en el futbol mexicano, luego entonces la exigencia puesta –aunada con la eterna paciencia-  está por de bajo del promedio. Leí a quien reconoció el esfuerzo de la Directiva por respetar “los” procesos, ¿cuáles? si desde que llegó la nueva administración no ha habido otro más que el de ‘Pepe’ Cruz.

Al timonel en turno se le reducen los días en su contrato conforme pasa el tiempo. Una vez finalizado el Clausura 2013 también lo estará el compromiso firmado. Sin mayor problema, y sin que le cueste un centavo a la empresa podrán dar por “bien” servida su labor con un estrecho abrazo que dicte la despedida del michoacano. Aunque llego a cuestionarme: ¿saldrá más cara la humillación semestral o la recesión del mismo?

En caso de intentar disculparse con Romano por su inesperada salida del plantel purépecha, Chiapas no sería mala opción para enmendar semejante decisión. Solamente es necesario el aval del último equipo dirigido para poder tomar las riendas de uno nuevo dentro del mismo Torneo. Total, “es de casa”. O bien, ordenar desde la tribuna, como ya lo han hecho otros. Sea él o quien desee hacerse acreedor del banquillo de la eterna prudencia, le vendría bien postrarse a la inmediatez. No lograría mucho sobre la recta final del certamen, sin embargo, adquiriría un panorama previo a la entrega de su proyecto de trabajo, echando mano del Draft (a celebrarse en Verano en Cancún) para reforzar las zonas puntualmente identificadas tras su “insospechado” arribo. Sabia virtud el conocer el tiempo…

“El dolor es temporal, el orgullo es para siempre”

TWITTER: @Daniel_Chanona | danielchanona@hotmail.com

PD: Instantes previos a cada partido en calidad de local durante éste Clausura 2013, así como en el entretiempo, he visto a Balám bromear bruscamente con quienes suelen escoltarlo. Patadas, empujones, cachetadas… cualquier desfachatez. Considero, lectura indebida para los niños presentes, mismos que desconocen que debajo de la botarga yace un joven de carne y hueso. Ojo ahí.