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Amante del periodismo y los deportes.

domingo, 24 de mayo de 2015

CRÓNICA | Real Madrid 7-3 Getafe | J38

¡Se acabó! 

MADRID, España.- Lo peor de una fluctuante temporada cuando se agota es que al punto final de su relato no lo prosiguen par de puntos suspensivos. Se acabó, no habrán más historias que contar hasta mediados de agosto, cuando vuelvan a ilusionarse los estadios y su gente, cuando se echen a andar nuevos proyectos, si es que alguna vez los hubo escritos.

El telón descendió anoche para el Real Madrid, que superó por marcador de 7 a 3 al Getafe en la Jornada 38, y última, de la liga de las estrellas, la que vio festejar al Barcelona por adjudicarse su vigesimotercer laurel doméstico, y la que también percibió el llanto del Éibar, del Córdoba y del Almería, descendidos a la Segunda división. 

Por ocasión primera en las dos temporadas que ha estado al mando del equipo, el Santiago Bernabéu le correspondió a Carlo Ancelotti con aplausos. Reza el longevo adagio que nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido. El italiano, que aseguró resolver su situación entre hoy domingo y mañana lunes, otorgó minutos a sus jugadores menos proclives a la titularidad, entre ellos, Javier Hernández, codo a codo en la ofensiva con Cristiano Ronaldo, anotador del tanto inaugural de la partida, al minuto 13, con la testa, a pase de Marcelo por la banda izquierda. Marcaría dos más para cuantificar 48 goles y, por consecuencia, para agenciarse el “Pichichi” del certamen. Facturando un gol de tiro libre y otro por la vía de penalti, propiciado por el delantero mexicano, que recibió de espaldas el envite de un zaguero del Getafe, CR7 reivindicó al madridismo.

Fue grisácea de sur a norte la exhibición del Madrid, gélida la atmósfera, y hostil el territorio para su portero Iker Casillas. Acrecentó la repulsa luego de que recibiera el mostoleño los dos goles que, por entonces, significaban la remontada parcial del conjunto azulón en menos de cinco minutos, por conducto de un zurdazo de Sergio Escudero y otro zapatazo, pero con la diestra, de Diego Castro. Ambas bofetadas desde el balcón del área grande, al 22’ y al 26’, respectivamente. Pedro León, limpiándose el camino a pico y pala, estuvo soberbio en la asistencia de que derivó en la segunda ejecución.

Cuando el cotejo es de vitrina, sobran las pifias y las anotaciones. Sugirió volver la placidez a la postre del triplete de Cristiano, sin embargo, Mehdi Lacen salvaguardó el recato de sus compañeros al 42’. Pero apenas destapado el complemento, los pupilos de Carletto recondujeron las ansias de partir a vacacionar airosos por ocasión restante en su feudo.

Así, “Chicharito” sacó provecho del desatino del jerarca lusitano para guardar la esférica en la red cumplido el minuto 47; pudo haber sido la última vez que el tapatío se persignó en el la cancha Bernabéu vestido de blanco. Tres minutos después, y nuevamente tras provocar Hernández una infracción en las inmediaciones de la meta custodiada por Jordi Codina, James Rodríguez rubricó la quinta diana. Cobro sutil –finísimo- de tiro libre, que besó el ángulo superior izquierdo.
Jesé y Marcelo se sumarían a la ordenanza, tutelada por el mediocampista colombiano, al 71’ y al 90’, para engordar hasta el hartazgo la resulta… veintiúnico vanaglorio del Real Madrid en un año de constantes claroscuros.

ASÍ JUGARON

Real Madrid: Casillas; Arbeloa (Carvajal 46’), Nacho, Pepe (Varane 40’), Marcelo; James, Kroos, Jesé Illarramendi; Hernández y Cristiano (Odegaard 58’). DT.- Ancelotti.


Getafe: Codina; Vigaray, Alexis, Naldo, Escudero; Rodríguez (Felip 71’), Lacen; León (Ivi 84’), Sarabia, Castro (Babá 79’); e Hinestroza. DT.- Franco.

*Crónica publicada en el diario deportivo ESTO.

domingo, 17 de mayo de 2015

CRÓNICA | Atlético de Madrid 0-1 Barcelona | J37

Campeón a domicilio 

MADRID, España.- Los grandes equipos no viven de momentos, sino de trayectorias. La que ha exhibido el Barcelona en buena parte del torneo le ha valido para ser campeón de la temporada 2014-2015 a falta de una jornada para que finalice la liga española. Hace un año en el Camp Nou, un cabezazo de Diego Godín le bastó al Atlético de Madrid para igualar el marcador (1-1) y coronarse tras dieciocho primaveras sin hacerlo. Ayer, en el estadio Vicente Calderón, una irreverente y descarada escenificación de Lionel Messi dentro del área grande, al minuto 65, enclavó en la vitrina blaugrana su vigesimotercera liga, desde la que obtuvo al mando de Tito Vilanova en la temporada 2012-2013, en donde igualó con 100 puntos el récord absoluto de la competición, que entonces desplegaba en solitario el Real Madrid de José Mourinho. Cataluña canta el alirón, luego de una fructífera resulta en la ribera del Manzanares por marcador de 0-1.

El Barça fue copando terreno, ensanchando el campo, sin precipitarse en la elaboración de sus ataques. No obstante, aunque esbozó par de intentonas en el primer cuarto de hora, pareció demorar en sacarle aprovecho a la aceleración y la técnica de Neymar Júnior, o la osadía de Pedro Rodríguez en ausencia de Luis Suárez, quien, por cierto, volverá a citarse con Giorgio Chiellini en la finalísima de Berlín. Después de Messi, probablemente, sea el delantero uruguayo el que mejor se desenvuelve jugando de espaldas a la portería. Su baja privó a los blaugranas de un hombre que hubiese contribuido a desestabilizar a un equipo que se atrevió a adelantarse, al menos, diez metros como medida de presión, de asfixia.

Del Atleti, poco futbol y sobrada voluntad. Lo de siempre. Aunque se disciplinó de nuevo en labores defensivas, fue superado por las conducciones de Iván Rakitic y de Andrés Iniesta en la mitad de la cancha; futbolistas proclives a leer con más claridad los partidos. Antoine Griezmann, de vez en cuando, cobijó a Fernando Torres en la delantera, mas Diego Pablo Simeone, entrenador del equipo colchonero, lo situó por en medio de Koke Resurrección y de Arda Turán con el objetivo de ganarle la partida a Sergio Busquets, jerarca de la templanza y del respiro, de marcar los tiempos de un conjunto vuelto solidario a la postre del parón de inverno.

El portero del Atlético de Madrid, Jan Oblak, fue el más tenso. Soportó envites por doquier sobre la recta concluyente de la primera parte. Pudo lucirse al mandar a córner un disparo largo y potente de Alves que, por poco, lo agarró desprevenido. Vital fue también Claudio Bravo, el meta culé, quien con la cutícula, y de un manotazo, desvió el único rejón forzado por los vástagos de Neptuno, un remate con la testa de José María Giménez, a bocajarro, en el preludio del encuentro.

Quizá especuló el Barcelona en el desenlace. Se adueñó de la posesión del balón, pero dejó de producir a cántaros. Adormeció el cotejo, como aletargando al Atleti y a sus seguidores, como acechando a su presa. La esférica se paseaba desde Jordi Alba hasta los botines de Gerard Piqué. De los de Rakitic hasta los de Neymar… y de regreso. Era cuestión de minutos para que los de Luis Enrique laceraran a la vez, y según sus intereses, las voluntades de los dos clubes hegemónicos de la capital. El que se aferra como tercer clasificado a la Champions del próximo curso, el Atleti; y el que fantaseó en Cornellá con un trompique de su acérrimo rival en el Calderón para mantener vivas sus ilusiones de campeonar: el Real Madrid.

Pero Messi se obstinó con ser hombre discreto hasta que se le brindó la ocasión de lucirse. La fue cocinando; pegándose a la banda derecha, escabulléndose en punta, sumándose por la pradera izquierda… testó cada hueco, hasta que se sintió cómodo. A pese de Pedro, y dejando sembrada a la zaga, definió suave, raso, a la izquierda del cancerbero. Con los brazos abiertos corrió al banderín de tiro de esquina, para abracarse con los suyos, para gritarle al mundo que el Barcelona, después de todo y de tanto, se ha vuelto a coronar en España. Su pragmatismo, aguante y contundencia le hacen soñar con el triplete.

ASÍ JUGARON

Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Giménez, Godín, Siqueira; Gabi, Suárez (García 67’); Griezmann, Turán (Mandzukic 72’), Koke; y Torres (Ñíguez 80’). DT.- Diego Pablo Simeone.

Barcelona: Bravo; Mascherano, Piqué, Alves, Alba (Mathieu 80’); Iniesta (Xavi 82’), Busquets, Rakitic; Pedro, Messi y Neymar. DT.- Luis Enrique Martínez.

*Crónica publicada en el diario deportivo ESTO.

miércoles, 13 de mayo de 2015

CRÓNICA | Real Madrid 1(2)-(3)1 Juventus | Semifinal | UCL

Mamma mia!


MADRID, España.- Para que la cuña apriete, tiene que ser del mismo palo. El ex canterano del Real Madrid, Álvaro Morata, sacó del camino a sus colores de antaño (2-3, global). El Madrid varó sus fortalezas el mismo día en que amagó con reencontrarlas. Cuando la Juventus le paró en seco, con cautela y prudencia; sin más, con contundencia. El madridismo llora y reparte culpas, mientras la vecchia signora se peina, modesta, para citarse con el Barcelona en Berlín.


Se purificó el Madrid, anímica y colectivamente. Y se purificó también el Bernabéu, vestido de un blanco que aminoró bochornos primaverales. Porque ayer fue la tarde más cálida de mayo para la capital en las últimas tres décadas (37 grados Celsius), porque ayer el futbol transpiró a granel ansiedades y suplicios de reivindicación conjunta. Porque ayer España ansiaba mantenerse hegemónica en Europa.

Gianluigi Buffon atajaría cuanto pudo y como pudo. Desfachateces de Gareth Bale, sofismas de Karim Benzema, incluso lidió con la traza de Marcelo, hacedor de aproximaciones armoniosas por el carril izquierdo. Buffon, el inmortal, prolongaría la proeza juventina hasta el minuto 23, cuando el silbante Jonas Eriksson infraccionó con un penalti la imprudencia de Giorgio Chiellini sobre la humanidad del serpenteante colombiano James Rodríguez, quien acechaba impulsivo al guardavallas cinco veces mundialista.

El estadio hizo mutis enseguida, salvo los 4 mil italianos del fondo norte que fueron reduciendo los decibelios de sus cánticos a causa del casi sepulcral ritual madridista. Cristiano necesitaba concentrarse; los suyos le corresponderían con la prudencia. Complicidad de longevos amantes, de los que se increpan pero que no dejan de quererse. Entonces inhaló pausado, con la mira puesta en la verdad alfombra… y exhaló de un golpe, convencido, con las manos firmes sujetando su cintura. La esférica, abollada por el brutal impacto, detonó la algarabía de una grada extraña, de las que glorifican y reconvienen al mismo tiempo. De las que pitan a su entrenador, aún habiéndola llevado un año antes a Lisboa.

Los huecos que la Juventus se esmeró en clausurar, Benzema los reabrió a la buena. Con la clarividencia de quien goza tanto cuando se encumbra como encumbrando a los demás. Es un delantero fino, que juega, deja y hace jugar. El que necesitaba el Madrid para recolocarse en el campo, para afianzarse el terreno cedido por los de Turín en su afán de que el Real no les doliera tanto al contragolpe. No obstante, el desatino ibérico, en suma con la resolución del adversario, fue orillando al Madrid al desencanto.

En principio, mucho más se esperaba de Paul Pogba, el mediocampista que a sus 22 años de edad es asediado por medio continente. Sus recientes dolencias le impidieron quizás mostrarse pleno, mas siempre estuvo para Andrea Pirlo, siempre; y para Álvaro Morata en una de las contadas volcaduras de la Juve a la ofensiva, cuando el Real Madrid menguó su empuje. Al minuto 57, Pogba devolvió al centro un trazo largo y machucado que Morata definió a placer. No celebró, pero seguro que por dentro se deshizo de alegrías.

Carlo Ancelotti, nervioso, mandaría al terreno de juego a Javier Hernández a 25 minutos del final. Se esmeró como no lo supo hacer Bale, como cada que al mexicano le brindan el espaldarazo, pero “Chicharito” necesita de tiempo, de balones colgados y de espacios, los que no halló el Madrid en la noche del estrepitoso fracaso. 

ASÍ JUGARON

Real Madrid: Casillas; Carvajal, Ramos, Varane, Marcelo; James, Kroos, Isco; Cristiano, Benzema (Hernández 66’) y Bale. DT.- Ancelotti.


Juventus: Buffon; Lichtsteiner, Bonucci, Chiellini, Evra; Marchisio, Pirlo (Barzagli 78’), Pogba (Pereyra 37’); Vidal, Tévez y Morata (Llorente 84’). DT.- Allegri.

*Crónica publicada en el diario deportivo ESTO.

sábado, 9 de mayo de 2015

CRÓNICA | Real Madrid 2-2 Valencia | J36

¡De locos!

MADRID, España.- De un hilo pende la liga para el Real Madrid, que se resquebrajó y que se rehízo a botepronto en la Jornada 36 de la pugna ibérica, aunque no le bastó para vencer a un equipo bronco, que presume de un sólido proyecto, de tener sueños a granel y las arcas reanimadas. El Valencia dejó claro que su Espírito Santo es tan capaz de catapultarlo en el certamen doméstico como en Europa. Con anotaciones de Paco Alácer, Javi Fuego, Pepe y una pincelada surrealista de Francisco Alarcón que igualó el tablero al minuto 84, Madrid y Valencia empataron 2-2 en el Santiago Bernabéu.

Las variantes tácticas imprevistas no van con el Real Madrid. Menos en la recta final de la temporada, y más, a sabiendas de que el Barcelona está a nada de ser campeón. La cúpula manifestó en la semana su desacuerdo a Carlo Ancelotti, quien devolvió sin demasiadas objeciones a Sergio Ramos a la defensa. El medio campo albergó de nuevo a tres hombres, en detrimento de la filosofía del técnico italiano, que se reanima con un jugador más en la medular. Al frente, como de costumbre, Cristiano Ronaldo y, sobre las opiniones confrontadas, Gareth Bale. A Javier Hernández le hizo justicia la revolución, además las sumas precauciones que demanda Karim Benzema para afrontar a plenitud la vuelta de las semifinales de la Champions, el miércoles contra la Juve.

¡El partido fue un subibaja incesante! con aproximaciones claras tanto en la portería de Iker Casillas como en la de Diego Alves, que cimbró con un remate del delantero galés en la horquilla, a raíz de un tiro libre. La comba resultó imperfecta, paradójicamente, ante la magnificencia de la intentona. CR7 y “Chicharito” estrellarían también contra el palo sus latigazos de revancha. Aún peor para el lusitano, a quien Alves le atajaría un penalti en la agonía del primer tiempo.

Como refute al descaro del anfitrión, el Valencia sumó al ataque a José Luis Gayá, el carrilero de la discordia madridista. Polifacético. El apenas renovado encaminó la “bocha” hasta la baranda del área grande, donde expidió un centro ardoroso que resolvió Alcácer al minuto 14, frente al lance demorado del arquero mostoleño y el desconcierto de Pepe.

Para colmo de males, Toni Kroos, artesano absoluto de la media cancha en ausencia de Luka Modric, abandonó el partido lesionado. Asier Illarramendi ocupó físicamente la vacante, mas no en funciones ni en propuesta colectiva. Justo por la dolencia del mediocentro alemán se produjo la infracción de Álvaro Arbeloa que precedió al segundo tanto del conjunto “che”. Kroos no retrocedió a tiempo para impedir el desdoble valencianista. Daniel Parejo se encargó de colgar la pelota en el corazón del terruño blanco. Allí, al minuto 26, en medio de una danza de aspavientos y embrollos, Fuego la peinó a segundo poste… imposible de atajar, pese al inhumano lance de Casillas. Ancelotti se cruzó de brazos, enfadado, como la liga misma por los conflictos en su torno.

El Madrid cometió la imprudencia de dosificar los esfuerzos de Daniel Carvajal y de Marcelo en el punto más álgido de la campaña. Con los ingresos de Arbeloa y Fabio Coentrao perdió pujanza en ambas laterales, frontalidad y pulmones. Recompuso en el complemento para dictar confianza, ganar terreno y, por consecuencia, sistemáticas oportunidades. Una de ellas capitalizó Pepe para recortar distancias, con la testa, al minuto 56 tras un córner de James Rodríguez, derivado de un ensayo a bocajarro del “14” mexicano, proactivo como siempre.

La posesión de la esférica recaló en los botines del gigante de la Castellana. Lo intentó todo, pero el Valencia se agrandaba cada vez que su guardavallas se revolcaba sobre el césped en pro de la victoria, hasta que Isco sacudió al inmueble con un gol de antología, desde las afueras del área, quitándose de encima el polen, rompiendo caderas; solamente un derechazo preveniente de un fino y cualificado futbolista pudo quebrantar el arrojo de Alves debajo del larguero. Apenas respiró el estadio los segundos concluyentes. Apenas el Madrid se abrazó al título. Apenas el Valencia a la clasificación directa a la Champions del próximo año. Apenas, y de momento, Isco ha salvado la liga.

ASÍ JUGARON

Real Madrid: Casillas; Arbeloa (Carvajal 46’), Ramos, Pepe, Coentrao (Marcelo 46’); Isco, Kroos (Illarramendi 25’), James; Cristiano, Hernández y Bale. DT.- Ancelotti.


Valencia: Alves; Barragán, Otamendi, Mustafi, Gayá; Gomes (De Paul 77’), Fuego, Parejo; Alcacer (Negredo 68’), Piatti (Orban 90’) y Feghouli. DT.- Nuno.

*Crónica publicada en el diario deportivo ESTO.