El Granada puso en aprietos al Real Madrid en el Santiago
Bernabéu
DANIEL CHANONA | 19 DE SEPTIEMBRE DE
2015
- Disminuido en revoluciones, aunque
imbatible en liga todavía, el Madrid consiguió imponerse al Granada con un gol
de Karim Benzema en la segunda parte. Los andaluces evitaron en defensa que
Cristiano Ronaldo igualarse el récord de Raúl González como mejor goleador de
la historia del equipo.
MADRID, España.- Comenzaba a parecerse
así mismo cada vez más el Real Madrid. A sus jugadores ya no les pesan las
piernas como antes. Aún ausentes Gareth Bale, Danilo y Sergio Ramos por lesión,
el equipo asimila que su principal virtud es atar el balón a sus botines y
plantarse hegemónico en la creación. Le cuesta menos frente a rivales de
mediano perfil. Quedó manifestado el martes frente al Shakhtar Donetsk y apunto
estuvo de reafirmarlo el sábado ante el Granada, mucho Granda pero chato en el
último tercio del campo y languidecido en la retaguardia en momentos concretos
del encuentro; su empeño en ordenarse bien y a modo derivó en que mantuviese el
tablero en paridad numérica hasta que Benzema remató como el ‘9’ que es cuando
se lo encomiendan. Durante, no se materializaba el dominio madridista, vencedor
a cara de perro porque el silbante anuló un gol del visitante por supuesto
fuera de lugar que pudo ser, incluso, la victoria granadina.
Los andaluces pintaron de espanto al
Bernabéu tras convertir El-Arabi aquél tanto, derogado por una milimétrica
posición adelantada. La repetición televisiva evidenció el fallo del linier. A
la postre, Keylor Navas protagonizaría el GIF de la semana: un achique
apresurado que impidió el remate a bocajarro de Succsess. Cuatro reyertas de
liga sin recibir gol, y contando.
Aletargado el partido a causa del vaivén
de la pelota sin aplausos, al Madrid le crecieron los enanos. Llegó cuanto
quiso a la línea de fondo, con base en combinaciones cortas y velocidad, pero
al borde del regocijo se empecinó en disparar de cara a gol sin puntería.
Sobredosis de diagonales solidarias con dirección al manchón de penalti que
toparon con destinatarios equívocos, de los de brújula sin imán, de los que
raramente han liderado de blanco la ofensiva. No fue la tarde de Cristiano, sus
rasas advertencias quedaron en eso. Dos anotaciones lo separan de convertirse
en el máximo goleador histórico del club, reconocimiento que aún se exhibe con
el nombre del mítico Raúl González y sus 323 festejos en 741 partidos
oficiales. El portugués, leyenda viva, lo superará en lo que canta un gallo, y
en menos de la mitad de encuentros disputados.
Pareciera que sin Bale decrece el Real
Madrid en potencia… O que con Lucas Vázquez el equipo se desentiende del impoluto
juego colectivo. El joven ofensor cargó a medias su depósito de combustible.
Deambuló en ambos perfiles sin hallarse cómodo. Dio la sensación de no saberse,
de no encontrarse, de que le resta bagaje; justo el que le sobra a Isco, por
ejemplo, quien volvió a ser el mejor hombre de Benítez en la cancha, porque
está en donde lo esperan y en donde no, para marcar la diferencia. Aunque sin
las dianas que emanan de su zurda, Francisco Alarcón se notaría menos en las
estadísticas, las que engrosa en cuenta propia Benzema, autor con la cabeza del despabilo, del primero y
veintiúnico gol del veranillo en Chamartín.
Ficha
Técnica
1. Real Madrid: Navas; Carvajal, Pepe,
Varane, Marcelo; Kroos (Kovacic 16’), Modric; Vázquez, Isco (Casemiro 85’), Cristiano;
y Benzema (Cheryshev 77’) . DT.- Benítez.
0. Granada: Fernández; Lopes, Doria,
Lombán, Biraghi; Krhin, Márquez (López 77’); Success (Rober 60’), Rochina (Rico
67’), Méndez; y El-Arabi. DT.- Sandoval.
Goles: Benzema (Real Madrid – 55’).
Amonestados: Martínez (Granada – 35’) e
Isco (Real Madrid – 43’).
Arbitro central: Juan Martínez Manuera. Asistido
en bandas por Ángel Nevado Rodríguez y David Canales Cerdá. Vicente Gil
Coscolla fungió como cuarto árbitro. Todos pertenecientes al Comité Valenciano.


